Dentro de nuestra labor como educadores existe aquella, tan importante, de enseñar a nuestros hijos en la difícil y gratificante tarea de la alimentación. No debemos olvidar que los niños aprenden por imitación, por lo tanto es fundamental que mantengamos unos hábitos saludables y equilibrados a fin de evitarles futuros problemas tanto en salud física como en la emocional.
Puede resultar que, en algunas ocasiones, hablemos de nutrición con términos de los que desconocemos su significado, por eso ahora vamos a resumir, a grandes rasgos, esos tecnicismos que nos pueden ayudar para elaborar una dieta sana y equilibrada para toda la familia, especialmente en el periodo de gestación y en los menús para los más pequeños de la casa.
Aunque en algunas zonas de España el consumo de calabaza es habitual, en otras se limita a la repostería como cabello de ángel. Por las propiedades que tiene esta hortaliza, se recomienda su consumo para toda la población, siendo especialmente adecuada en la dieta de la gestante y el niño. También es muy buena para ayudarte a perder los kilos de más tras el parto. Además cuenta como una de las cinco raciones de fruta y verdura diarias recomendadas.
Una revisión de estudios sobre los tratamientos para intentar paliar el cólico del lactante llevada a cabo por Perdikidis L. y Gonzalez de Dios J., confirmó que hay terapias dietéticas que resultan efectivas. Se valoraron varios tipos de intervención nutricional: adición de lactasa, hidrolizado de caseina, hidrolizado de seroproteinas, fórmula de soja, dieta hipoalergénica en la madre que ofrece el pecho, adición de fibra en la fórmula, fórmulas modificadas, probióticos en lactantes amamantados, preparados fitoterapicos y administración de soluciones azucaradas.
Una vez han detectado que tu niño es celíaco y que, por lo tanto, no puede tomar gluten, viene la etapa de asimilación y reconocimiento del problema. Nos invade una gran preocupación por lo complicado que pueda resultar la tarea de alimentar a nuestro niño adecuadamente. Pero esto no es así, una vez aprendidos y examinados los productos que el pequeño puede tomar, seguro que os sorprende la gran variedad que podemos ofrecerle.
La anemia infantil se caracteriza, sobre todo, por una deficiente alimentación en la que escasean ciertos nutrientes y vitaminas necesarias para el pleno y óptimo desarrollo del niño. Es por eso que el tratamiento, en la mayoría de los casos, consiste en la aplicación de una dieta rica y variada, basada en alimentos que aporten calcio, potasio, hierro y cobre, además de todas las vitaminas necesarias.
En realidad, un niño con diabetes debe beneficiarse, a grandes rasgos, de la misma alimentación que un niño sin esta enfermedad. Todos los menores necesitan de nutrientes que les ayuden a mantenerse en buena salud, con un crecimiento y desarrollo adecuados, dentro de un peso razonable. La única diferencia es que los niños diabéticos deben tomar alimentos que les ayuden a mantener los niveles de lípidos o grasas en la sangre.
Un niño de tres años ya debe disfrutar de una dieta equilibrada y sana. Debemos ofrecerles, además, la máxima variedad tanto en gustos, sabores, olores, texturas y consistencias ya que, a partir de ahora, sus preferencias irán determinadas según lo que vayamos ofreciéndoles. Una buena educación alimentaria nos garantiza, en buena parte, un estado de salud óptimo.
Realizando una dieta balanceada la futura mamá no necesitará el reemplazo con vitaminas, aunque la decisión la tomará el médico. Seguramente, el especialista indicará la ingesta de comprimidos de hierro y ácido fólico, necesario en casi todos los casos.
Continuamente venimos hablando de la necesidad de que, durante el embarazo, debemos seguir una dieta alimentaria rica en nutrientes y vitaminas, que sea sana y equilibrada y que nos aporte energía suficiente para afrontar los cambios con mejor estado de salud y ánimo. Además sabemos que estamos alimentando a nuestro pequeño con los mejores productos de la naturaleza. Por eso, un componente muy importante para que todo esto se produzca es la vitamina A.
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