Cuando un pequeño tiene fobias siente un miedo que puede describirse como irracional y desproporcionado. Esto puede aparecer con respecto a un objeto o una situación real, en esos momentos realmente lo siente como una amenaza, causándole angustia y pánico.
El niño es un trasto, no hace caso y no se le ocurre nada bueno, saca malas notas pero sabemos que no es por falta de capacidad... podría tener Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Diagnosticarlo es fundamental para ayudar al pequeño y ordenar su vida y la de la familia. Pero en muchas ocasiones el diagnóstico tarda mucho en llegar, tanto que la relación de familia puede estar afectada.
Dar a los niños la oportunidad de aprender mediante sus propias experiencias es algo que a veces olvidamos los padres. En ocasiones por un exceso de protección y en otras por falta de tiempo, tendemos a sobreprotegerles. Así estamos consiguiendo que no terminen de quemar las etapas de su niñez, al perderse experiencias que les ayudan a crecer y formar su personalidad.
Seguro que ya habrás comprobado como, desde bien pequeño, tu hijo ha desarrollado la gran facultad de quitarse los zapatos, los calcetines o los guantes con una facilidad pasmosa. Eso sí, aunque lo intentará muchas veces, es incapaz de volver a vestirse por lo que necesitará de tu ayuda en multitud de ocasiones. También podrás comprobar como les resulta mucho más fácil desvestirse de cintura para abajo que de cintura para arriba, esto es debido a que lo ven mejor y llegan perfectamente con sus manos.
. Una afirmación que me parece curiosa puesto que a nivel emocional es un síntoma negativo quedarse estancado en el pasado e idealizar el ayer. El paso del tiempo, es una oportunidad para el crecimiento interior y el aprendizaje propio de la experiencia. En la madurez, una persona se conoce más y mejor a sí misma que en la infancia. Un autoconocimiento que es clave para alcanzar la aceptación que fundamenta la felicidad.
España se caracteriza por ser un país solidario pero es un valor que, según la prensa, se está perdiendo entre las nuevas generaciones. La empatía y la solidaridad deberían formar parte de la educación de nuestros hijos y la mejor manera es predicar con el ejemplo. El verano nos ofrece la oportunidad de abrir nuestra casa a un pequeño de alguna zona desfavorecida del mundo. Son unos días o unos meses en los que podemos ofrecerles unas vacaciones inolvidables y de paso, aprovechar para que su condición física y sanitaria mejore.