Los peques confían ciegamente en los adultos
Todos los padres sabemos lo fácil que es engañar a un niño pequeño, aunque lo hagamos sólo por fomentar la ilusión. Nos creen cuando les contamos las historias más inverosímiles y se quedan boquiabiertos cuando les hacemos un pequeño truco de magia. Hasta que punto su inocencia les hace creer en lo que dicen los adultos, es lo que ha intentado evaluar un estudio realizado en la Universidad de Virginia y publicado en Psychological Science.