
A la espera de los futuros recortes en sanidad que se supone que afectarán a los tratamientos de fertilidad, nos encontramos con que no somos el único país que está modificando su sistema de la sanidad pública en estos aspectos. En España se está planteando la posibilidad de reducir la edad de las pacientes para aceptarlas en sus programas de fertilización in vitro, entre otros requisitos.
En un mundo ideal nadie fumaría y mucho menos los grupos con mayor riesgo, como las embarazadas. Pero ni este mundo es perfecto ni dejar de fumar es sólo cuestión de voluntad. Hay mujeres que lo consiguen en cuanto saben que están en estado, pero otras se pasan todo el embarazo luchando contra este vicio y sintiéndose culpables. Lo mejor es pedir ayuda al médico de cabecera y seguir intentándolo los nueve meses.
Todos sabemos que no es conveniente tener sobrepeso, índice de masa corporal superior a 25, cuando queremos tener un bebé. También sabemos que el tabaco puede afectar al feto y que lo más recomendable es dejar de fumar antes de proponernos ser madre. Investigadores de los Países Bajos han constatado que ambos factores, tabaco y sobrepeso, se potencian, aumentando los riesgos de que el bebé nazca con un defecto cardíaco.
El autor de la investigación lo explica asi, "las madres fumadoras causan un cambio en el desarrollo de sus bebés, ya que la nicotina de sus cigarrillos afecta a los niveles de HDL, lo que hace que estos niños tengan entre un 10 y un 15 por ciento más de posibilidades de desarrollar una enfermedad coronaria en su vida adulta".
Actualmente se está probando un programa en el que ayudan a las madres a eliminar el estrés de sus vidas, con el fin que esto permita dejar de fumar. Por suerte, esta iniciativa está teniendo mucho éxito.
Las cosas se están poniendo duras para los fumadores. Estamos llegando hasta el punto de sacar leyes que pueden hacer una intromisión en la vida particular de cada cual. Y es que el Gobierno Vasco está preparando una Ley Antitabaco que bastante dura con el fumador no con el vendedor. Un proyecto que ayer, miércoles, obtuvo el visto bueno del Consejo del Ejecutivo autonómico. El siguiente paso será enviarlo al Parlamento para que tras su aprobación pueda entrar en vigor antes de que acabe el año.
Numerosos estudios alertan sobre las posibles consecuencias para los hijos e incluso los nietos, si fumamos durante el embarazo. Los niños cuyas madres así lo hicieron, tienen más posibilidades de ser prematuros o con bajo peso, de desarrollar asma, problemas de atención, e incluso de ser estrábicos, entre varios otros. Sus madres pueden sufrir dolor pélvico y en caso de tener preeclampsia, se puede agravar.
Hace un tiempo hablamos sobre un estudio que afirmaba que el tabaco protegía a la embarazada de sufrir preemclampsia, disminuyendo las posibilidades de tenerla. Los motivos se desconocen, pero parece comprobado que hay menos incidencia de este trastorno entre las futuras mamás fumadoras. Sin embargo, una vez que la mujer sufre preeclampsia, el tabaco puede exacerbar los síntomas y agravar las complicaciones.