En la semana 24 de embarazo se realiza la prueba de tolerancia a la glucosa, el test de O'Sullivan. El resultado informa de como asimila la embarazada la glucosa y si tiene diabetes gestacional. Los factores de riesgo de sufrir este tipo de diabetes son la predisposición y la obesidad. También hay conductas como el consumo de bebidas de cola que pueden aumentar el riesgo.
En esta ocasión seguimos hablando de la conflictiva situación que trae ser hijo del medio.
Te seguimos contando acerca de los diferentes momentos por los que pasan nuestros hijos ante la llegada de un hermanito. No todo es felicidad, pero tampoco todo es tristeza, mucho dependerá de nosotros como encaremos el tema y lo que le trasmitamos a ellos.
El tema de ‘hermanos’ es uno de esos que resultan interminables, siempre nos plantearemos nuevas dudas cuando pensamos acerca de de crianza de nuestros hijo, y si estamos haciendo las cosas bien. Por eso en esta ocasión te daremos algunos consejos, que esperamos, te sirvan para favorecer las relaciones entre ellos.
Seguimos hablando de esos hijos del medio, de las verdades, mentiras y mitos sobre este ser tan especia que busca diferenciarse de los hermanos.
Para los padres de mellizos o gemelos, e imagino que también en el caso de trillizos y demás, hay una importante decisión que tomar cuando comienzan el colegio. Deben plantearse que será mejor si dejar a los peques juntos en el mismo aula o separarles. Hay especialistas que recomiendan cada una de estas posturas, unos abogan por separarles y otros por mantenerles unidos.
A veces ante la llegada de un hermanito, el hermano mayor actúa como si el bebé no existiera, como si el nacimiento no lo involucrara. Incluso desde antes de que llegue casa, los más grandes siguen con su vida como si el recién nacido fuera invisible. Es una forma de negar la realidad y de no oponerse al cambio. Cree que actuando si no existiera.
Lo que sucede por lo general es que la llegada de un segundo hijo viene junto con una gran transformación vital de todos los miembros de la familia. Los primerizos (y los otros también) no solo sentirán celos sino que se verán envueltos en miles de sentimientos sumamente contradictorios, debemos tener presente que de la noche a la mañana de pasar de ser el único y el más importante pasa a sentirse relegado.
En muchas ocasiones debemos tener presente que un niño de dos años no está lo suficientemente maduro como para poder expresar verbalmente todas las complejas emociones que lo asaltan a lo largo del día. Pero las siente y necesita expresarlas. Por esta razón, tiene reacciones que a los adultos nos dejan perplejos.
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