Desde que se inventó la radio o la televisión, la tecnología ha estado muy presente dentro del tiempo de ocio en los seres humanos. Con el tiempo, estos nuevos inventos se han ido ampliando ofreciéndonos otra serie de artilugios que se centran en la comunicación, juegos o interacción más allá de cualquier frontera.
La llegada de las nuevas tecnologías ha supuesto una intensa revolución en nuestras vidas. Lo que hace tan sólo unas décadas nos parecía como una idea de ciencia ficción, ahora se ha convertido en una realidad que, la mayoría de los hogares, podemos disfrutar a un simple golpe de tecla. Comunicarnos con personas que se encuentran a millones de kilómetros, buscar cualquier tipo de información o comprar cualquier objeto, por exótico o increíble que nos parezca, es uno de esos pequeños, o grandes, gestos que podemos hacer cada día con sólo darle al "on" de nuestro ordenador o smartphone.
El mundo de la tecnología ha avanzado a pasos agigantados durante las últimas décadas. Apenas hace medio siglo que sólo unos pocos eran poseedores de un aparato de televisión, consiguiendo que los niños, además de sus juegos en la calle, tuvieran un ratito de diversión más allá de los juegos tradicionales. Por aquel entonces ya existía un contra respuesta a esos "inventos diabólicos" que abstraían la atención de los niños. Aquellos antepasados nuestros ni se imaginaban lo que, a la vuelta de unos pocos años, se nos iba a venir encima.
En los últimos tiempos los modos de diversión de los niños han ido variando con la influencia de la tecnología. En la actualidad, pocos son los menores que se salvan del ocio a través de una pantalla. Es así como, muy a nuestro pesar, las carreras por el parque, las patadas a la pelota o los saltos a la comba, han dejado paso a una actividad nula en la que sólo se necesita mover los pulgares para disfrutar del juego.
Una vez nuestro niño ha nacido, tenemos la obligación de presentarlo a la sociedad como un ser humano en total igualdad de derechos que el resto de sus compatriotas. Es así como debemos acudir al Registro Civil, asignarle un nombre para, de este modo, convertirlo en un habitante más de nuestra comunidad. De igual modo debemos hacerlo con la Seguridad Social, ya que de esta forma tendrá total derecho a recibir la atención sanitaria que necesite, que al menos durante los primeros años va a ser abundante.
El mundo de Internet y las Redes Sociales nos ha abierto un universo infinito hacia otras vidas, culturas y emociones a las que, normalmente y en nuestro círculo social, no tenemos acceso. La información "formal" ha dado paso a esas otras historias salpicadas de humanidad y cotidianidad que nos hace pensar que, más allá de nuestros problemas o de los grandes enigmas de los seres humanos, existe un mundo en el que la esperanza campa de la mejor manera.
A no ser que tengas un trabajo peligroso o tu ginecólogo te recomiende dejar tu tarea laboral, o incluso que tú misma decidas dedicarte más tiempo a ti y a tu nuevo estado, la vida debe continuar del mismo modo que la estás realizando hasta el momento. Por ello si tienes un trabajo adecuado, lo más normal es que lo continúes hasta que decidas tomarte la baja para entregarte al momento del parto de forma más tranquila.
Desde que se inventara la televisión, hace ya bastantes décadas, y se colara en nuestros hogares, los niños siempre han buscado una forma de entretenerse frente a este artilugio. Cierto es que, entonces, la programación estaba sesgada por edades y sólo se nos permitían un tiempo limitado para ver aquellos contenidos específicos para los más pequeños. Ahora todo ha cambiado y cualquier hora y momento del día puede ser ideal para que los niños se entretengan frente a la pantalla del televisor.
Desde la semana pasada, en nuestro país, ya podemos inscribir a los recién nacidos a través de Internet como beneficiarios de la Seguridad Social. Y es que el mundo de la tecnología, con sus increíbles avances, han conseguido facilitarnos ciertos trámites que, si bien son necesarios, también nos ocupan demasiado tiempo, sobre todo ante las colas de espera con las que nos encontramos en ciertos estamentos públicos.
Según un estudio publicado por la empresa Samsung en 2013, en nuestro país se comparten casi 6 millones de imágenes al día en las redes sociales, una gran mayoría de ellas son de bebés y niños. No podemos obviar que las redes sociales se han convertido en un anexo más a nuestra vida pero, como todo aquello que todavía está por descubrir y valorar, es mucho mejor si somos cautos, especialmente con los menores.
¿Tu bebe necesita un andador? Te damos algunos consejos 
Campamentos de surf para niños en Galicia durante el verano 
Depresión postparto: factores de riesgo, síntomas y cómo prevenirla