Estamos en pleno invierno. Las gélidas temperaturas nos impiden salir a la calle y, si lo hacemos, es por poco tiempo antes de acabar congelados en cualquier esquina. Los niños necesitan del aire libre, correr por el parque y relacionarse con otros niños, pero hay días que ni siquiera eso nos podemos permitir, especialmente si la lluvia o la nieve nos impide abrir la puerta de casa.
El frío que está haciendo en casi toda España no invita a salir, por lo que proponer a los peques algún juego o actividad en casa se hace casi imprescindible. Podemos hacerles partícipes la celebración de San Valentín, enseñándoles a hacer unas sencillas pero entretenidas manualidades.
Existen muchos juegos de mesa con los que podemos ayudar a nuestro bebé a desarrollar sus habilidades, tanto motoras, como visuales o, incluso creativas. Hace unos días, Sandra nos enseñó como realizar un juego de memoria con el que ejercitar y ayudar al pequeño a fomentar su retentiva. Siguiendo en esta línea, vamos a enseñaros como realizar un divertido dominó totalmente personalizado.
El tiempo de un recién nacido pasa muy pronto, tan pronto que apenas tenemos tiempo para disfrutarlo con toda su intensidad, al menos esa es la impresión que nos queda, después del tiempo, cuando les vemos caminar solos, llevarse la cuchara a la boca con total destreza o arrastrar los libros hacia el colegio mientras nos piden que le acompañemos sólo hasta la puerta.
¿Quién no conoce el juego de las parejas? Seguro que todos hemos jugado a este juego que ayuda a ejercitar la memoria buscando la localización de las parejas. Yo ya se lo enseñé a mi hijo pero el que yo hice era mucho más rudimentario y simple, me apañé con una cartulina y unos garabatos dibujados por mí. Aunque la función es la misma, tengo que reconocer que esta manera de hacerlo queda mucho más bonita y es más duradera. También es una forma de reciclar el papel de regalo de las últimas Navidades.
Regalar dulces en Halloween es una de las tradiciones principales de esta fiesta. Aparecer en la puerta de nuestra casa amenazándonos con un truco o trato mientras se pasean disfrazados de cualquier monstruosidad, ya va siendo más que habitual en el último día de octubre. Por eso, si queremos quedar bien con los niños de nuestro barrio, lo mejor es tener preparado un buen arsenal de dulces para repartir.
Hacer manualidades con los más pequeños siempre es una buena idea, les entretiene, estimula su creatividad y les ayuda a desarrollar la motricidad fina. Este fin de semana es ideal para hacer alguna, el tiempo no acompaña y estamos a un sólo día de Halloween. Hoy os proponemos hacer unos sencillos pero monstruosos bolos, con los que después podrán jugar.
Uno de los elementos que más juego da a la hora de realizar manualidades son los tubos vacíos del rollo de papel del w.c. ¿Quién no se ha hecho, alguna vez, un gracioso muñequito o una desafinada trompeta o un cohete inter espacial? Seguro que, aunque ya no lo recordemos, más de un objeto ha sido creado a partir de este material.
Ya hemos comprobado como para poder celebrar un divertido Halloween es importante rodearse de un ambiente tétrico. Para ello vamos a utilizar todos los elementos que esta fiesta nos sugiere: temibles monstruos, luces misteriosas y, por supuesto, las creativas y típicas calabazas que deben adornar este día.
Un domingo de otoño, en la calle empieza a notarse el frío y una fina lluvia inunda el paisaje. Ya hemos entrado en la, a veces, complicada época de tener que recluirnos en casa para buscar diversión y entretenimiento para nuestros niños entre las paredes del hogar. Algo que puede resultar sencillo si sabemos estimularlos en su justa medida.
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