Ya están finalizando las vacaciones estivales y todo parece que vuelve a su sitio. El calendario se ordena, los horarios se estabilizan y el tiempo de ocio vuelve a convertirse en un preciado tesoro del que disfrutar, casi, con cuentagotas. Los fines de semana se convierten, por lo tanto, en un tiempo mágico con el que disfrutar de actividades distintas, de esas que nos llenan de alegría pero, también, de sabiduría.
Septiembre empieza con un cambio importante en nuestra rutina diaria. Después de gozar del tiempo libre ilimitado, disfrutar del aire libre y dejar atrás las obligaciones, este mes que ya nos anuncia la llegada del otoño, también nos trae la vuelta a los quehaceres cotidianos. Los papás vuelven a su trabajo y los niños retoman la escuela o se inician por primera vez en la guardería o la escuela infantil.
Uno de los personajes que ha sabido ganarse el corazón de los más pequeños de la casa ha sido, sin duda, Pocoyó. A partir de la serie de televisión en el que le vemos divertirse con sus amigos, y meterse en algún que otro lío, este simpático personaje ha calado en nuestras vidas de una manera sorprendente y, casi, inusual. La sencillez de sus movimientos, el impactante colorido, la música o esos dibujos llenos de ternura, pueden ser la clave perfecta para que los más pequeños hayan conectado, casi de forma mágica, con su mundo lleno de bondades y alegrías.
Llevar a los niños al teatro siempre es una experiencia de los más emocionante. Incluso cuando son bebés que pensamos que no se van a enterarse de nada, o que se van asustar, o que nos van a dar una mala tarde, incluso entonces veremos como todas esas ideas preconcebidas nuestras no son ciertas. Desde el escenario les llegan unas energías que son capaces de mantenerlos obnubilados desde el primer segundo haciendo que su mundo emocional se amplíe y llenándose de nuevas experiencias.
Tanto si vives en Sevilla como si piensas ir de vacaciones durante las próximas semanas, igual te interesa saber que hay una obra de teatro muy divertida con la que compartir con los niños un rato de mucho humor y, diversión asegurada. Y es que el teatro sigue siendo esa ventana mágica por la que el público se asoma a los avatares de la vida, a la sonrisa de la esperanza o a los aconteceres de hace siglos y que ya ni siquiera recordamos.
Una estupenda forma de ocio para los más pequeños es asistir al teatro. El problema es que a veces pensamos que sólo es para aquellos más mayorcitos, que entienden las historias y que son capaces de reaccionar ante lo que, desde el escenario, se les ofrece. Pero no es así. Nuestros bebés, desde el momento en el que nacen, están recibiendo información que su mente procesa para luego utilizarla en su desarrollo. Por eso si llevas a tu bebé al teatro, a un espectáculo creado para él, verás como se integra en la trama, reacciona y la vive tal cual lo hacemos los adultos.
Uno de los acontecimientos más importantes que ocurren durante este mes en Madrid es una nueva edición del Festival Fringe 2014. Se trata de un encuentro con el arte desde sus más variadas manifestaciones, y especialmente con aquellas relacionadas con las artes escénicas, ya sea en forma de teatro, de danza o de música. Y como no podía ser de otro modo, han creado una programación muy especial también para que los niños se acerquen al mundo de la creatividad.
Los veranos se pueden disfrutar de muchas maneras: nos vamos de viaje, nos relajamos bajo una palmera, nos aburrimos como ostras o aprendemos nuevas cosas, mientras jugamos con actividades que, generalmente no encontramos en la escuela. Y este el caso del Campamento del Arte que, otro año más, vuelve a convocar el Teatro Caser Calderón de Madrid.
Una de las experiencias más mágicas, entrañables y divertidas que podemos ofrecer a nuestros pequeños es llevarles al teatro. Durante los primeros años de vida, nuestro bebé se convierte en una mágica esponja que va absorbiendo todo aquello que percibe a su alrededor. De forma inconsciente, pero muy sólida, va construyendo la base de la que luego dependerá su vida, una base que podrá ser sólida o frágil dependiendo de todas aquellas emociones y vivencias que haya ido acumulando en este tiempo.
El teatro sigue siendo uno de las formas de diversión más placenteras y emotivas que podemos ofrecer a nuestros niños. Son muchas las ventajas que les aporta, tanto en su desarrollo educacional como emocional, pilares básicos que van a ser necesarios para crear seres humanos llenos de fortaleza, no solo en su mente, si no también en su corazón. Es por esto que nos encanta destacar aquellas obras, creadas para los más pequeños, y que siguen llenando nuestros teatros con espectadores necesitados de grandes emociones.
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