Si has decidido pasar las vacaciones en la costa, seguro que tu bebé encuentra mil y un recursos para divertirse en el mismo entorno natural. Es importante que les animemos a disfrutar del aire libre, del mar y la arena, pero también de aquellos otros elementos que nos van saliendo al paso y con el que conseguiremos mantenerlos entretenidos durante un tiempo que puede resultar especialmente mágico.
Es totalmente normal, y muy lógico, que a los niños se les trastorne el apetito durante los meses de verano. Las altas temperaturas, el cansancio, a veces el exceso de ocio o el cambio de rutinas, hace que sus ganas de comer se trastoquen. También nos pasa a los adultos aunque no queramos reconocerlo. Por eso es bueno buscar otras alternativas para que los peques sigan alimentándose de forma adecuada y de la forma más apetecible.
El verano es la época ideal para disfrutar de la playa o la piscina. El sol está en todo su esplendor, así que seguro nos apetece darnos un buen bañito y, después, tumbarnos bajo los rayos solares a broncearnos un poco. Si somos de las que nos gusta tener ese tono dorado llegadas estas fechas, pueden surgirnos muchas dudas si estamos embarazadas.
Una de las diversiones que podemos ofrecer a nuestro peque a lo largo de estas vacaciones es la de recoger piedras de la playa o del río. Esos cantos rodados tan característicos del verano y que a los peques les encanta recoger, pueden servir, también, para otros momentos de ocio y diversión, como por ejemplo fabricar manualidades con ellos.
¿Todavía no te has comprado tu traje de baño para lucir tipín este verano? Cuando estamos embarazadas es fácil que esperemos a hacer nuestras compras de ropa casi hasta última hora porque nunca sabemos hasta dónde nos va a llegar el volumen. Así que si estás planeando marcharte de vacaciones, nada como elegir ahora tu prenda de baño, aquella que vas a lucir de una forma especial esta temporada. Además, ya tienes las rebajas a tu disposición, por lo que te puedes ahorrar un buen dinerito.
Los meses de junio, julio, agosto y septiembre son idóneos para viajar con nuestro bebé. Más que nada porque es durante estas semanas cuando los trabajos proporcionan las vacaciones. Ya sabéis que cuando se viaja con bebés hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones. Sobre todo, que el niño vaya a gusto, cómodo y sano. Así, todo irá como la seda.
Es normal que en los meses de calor nuestros niños se sientan un tanto desganados. Los platos calientes no les apetecen y es tan el sopor que casi sólo acuden a la comida cuando el hambre les acucia totalmente. A pesar de ello, y de que también lo sufrimos los adultos, es importante no descuidar ni un segundo su alimentación. Mantener el mismo equilibrio en los nutrientes es fundamental.
Ya estamos en pleno verano y las temperaturas han sufrido un aumento considerable. Los más afortunados ya estarán disfrutando de su merecido descanso, pero los que todavía estamos "al pie del cañón", aún tendremos que esperar algunas semanas más. Sea como fuere, y con estos tremendos calores, lo único que de verdad apetece es estar a remojo todo el día. Playa, piscina, río... igual nos da con tal de refrescarnos y poder soportar estos ardores estivales.
Llega el verano y los niños pierden el apetito. El exceso de calor o el cambio en las rutinas suelen ser factores determinantes para que los más pequeños se descontrolen en las comidas. Pero estar de vacaciones y tener más tiempo para el ocio, no tiene que significar que descuidemos la correcta alimentación. También en verano, y con más motivo, es necesario que los niños se encuentren bien alimentados.
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