Tardes sin extraescolares: alternativas para después del cole

Incluso aquellos niños que asisten a actividades extraescolares a lo largo del curso tienen algunas tardes libres durante la semana. ¿Qué alternativas de ocio, entretenimiento o descanso es posible integrar en ese caso?
1. Recibir a amigos o vecinos en casa
El hogar es un importante espacio de aprendizaje para un niño a través del juego compartido. En algunas de las jornadas en las que una familia no tiene que estar pendiente del horario de las extraescolares, dispone de mayor flexibilidad para recibir a algún compañero de clase, amigo o vecino. Para ello, es recomendable planificar el encuentro con los padres del otro niño para que reserven ese hueco en su agenda.
2. Visitar a los abuelos (o planificar una videollamada)
Con frecuencia, es habitual aplazar, posponer o poner en espera la próxima visita a los abuelos durante el siguiente fin de semana. Sin embargo, vivir el presente también implica entender que los momentos más especiales pueden disfrutarse en lunes, martes o cualquier otra jornada. Organizar una visita de tarde a casa de los abuelos, o planificar una videollamada si viven lejos, es una invitación para potenciar el encuentro, la conexión emocional y el cariño.
3. Dedicar más tiempo al repaso de una asignatura
La ausencia de actividades extraescolares permite ganar tiempo en el estudio. Ese tiempo puede destinarse al repaso de una o varias asignaturas, así como también es clave para hacer los deberes con más tranquilidad. Aquellas tardes que se presentan con una agenda muy ocupada no aportan las condiciones ideales para desconectar y descansar. Por el contrario, las tardes sin extraescolares ofrecen un buen equilibrio entre los deberes y el descanso.
4. Tareas de la casa y orden
En ocasiones, los padres orientan al niño en la elección de las actividades extraescolares más variadas, sin embargo, existen aspectos básicos de la convivencia que pueden convertirse en un gran aprendizaje. Y las tareas de la casa y el orden en el hogar son ejemplo de ello. Aspectos que, por supuesto, también requieren de tiempo.
5. Actividades gratuitas en el barrio o el entorno próximo
Es probable que, si revisas la agenda mensual del municipio en el que vives, descubras diferentes propuestas de ocio dirigidas a un público infantil y familiar. Muchas de esas actividades, por otra parte, son gratuitas (pero tienen un inmenso valor). Y también es muy importante hacer un uso positivo de las experiencias y recursos culturales que se enmarcan en el entorno.
6. Buenas acciones y solidaridad en familia
Actualmente, la soledad es uno de los desafíos que a nivel social afecta a muchas personas, especialmente, en las ciudades. Cada padre o madre puede convertirse en una parte activa de esa red de ayuda para luchar contra la soledad, empezando por el entorno cercano. Por ejemplo, personas mayores que viven cerca y reciben con agradecimiento una llamada de teléfono, una visita o un mensaje de apoyo. Pues bien, las tardes sin actividades extraescolares también aportan la perspectiva perfecta para practicar buenas acciones.
7. Actividades en casa
Las actividades en casa ofrecen múltiples alternativas frente a la oferta de extraescolares disponible actualmente: tardes en la cocina, lectura de libros, manualidades, juegos en familia…
¿Qué otras opciones te gustaría añadir como alternativa a las actividades extraescolares?
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