La mayoría no cambiaría su infancia por la de sus hijos

La mayoría de los que hoy somos papás, el 57 por ciento, estamos tan satisfechos con nuestra infancia que no la cambiaríamos por la de nuestros hijos. Un 33 por ciento afirma que lo haría sólo algunas veces. Los datos son el resultado de una encuesta realizada por Cleverkid, la tienda online de juguetes, en su página de Facebook.

Este dato puede tener varias lecturas. La primera es que realmente tuvieramos una infancia fantástica, pero también podría ser un juego del cerebro. Tendemos a idealizar el pasado, el cerebro nos protege y guarda en un lugar preferente los buenos recuerdos. Otra posibilidad es que nos estemos juzgando como padres. El resultado sería una autocrítica por no lograr dar a nuestros pequeños la infancia que soñamos para ellos. Puede que sea la realidad o un exceso de autoexigencia.

La encuesta incluye otras dos preguntas, ¿Crees que los niños de hoy tienen una infancia más feliz que los de antes? y ¿Qué crees que es mejor en la infancia de hoy día?. A la segunda ha contestado un abrumador 75 por ciento que la tecnología, seguido por un 24 por ciento que cree que tienen mejores juguetes y un 1 por ciento que valora la televisión como lo mejor de la infancia de sus hijos.

A la primera pregunta, sobre la felicidad, el 48 por ciento ha respondido que no, que los pequeños de hoy no tienen una infancia más feliz que ellos. El 17 por ciento considera que la mayoría de los niños sí la tiene, el 24 por ciento cree que la tienen sólo algunos niños y un 11 por ciento afirma que sí es más feliz la infancia actual. Nuevamente el cerebro y nuestras expectativas han debido jugar un papel importante en las respuestas. También se nota que muchos padres tienen una visión de la infancia que va más allá de su entorno.

Personalmente me parecen preguntas muy difíciles de responder. No cambiaría mi infancia por la de mis hijos, pero no porque fuera mejor o la de ellos más dura, simplemente porque para mí no querría otra. Me encantaría que el día de mañana ellos piensen igual y en ello nos empeñamos cada día. Respecto a la pregunta sobre lo mejor de la infancia hoy día creo que el acceso a la tecnología es beneficioso. Y sobre si son más felices hoy de lo que lo éramos ayer, no lo sé. La felicidad es muy dificil de valorar. Probablemente no, porque antes teníamos a nuestros padres mucho más disponibles que ahora.

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