Los niños en el cine: Marisol

Los niños en el cine: Marisol

Escrito por: Sacra    29 septiembre 2013     2 minutos

Si hubo alguien en el cine que alegró la década de los 60, y sus siguientes años, esa fue Marisol. Gracias a sus interpretaciones sinceras, amables y llenas de simpatía, se conseguía salir, siempre, con una sonrisa de benévola complacencia de aquellas salas abarrotadas de público que necesitaba una inyección de energía positiva.

Nacida en el seno de una familia humilde de Málaga, la pequeña siempre destacó por su temprana dedicación a la música y al baile, y ese desparpajo innato que la caracterizó durante toda su carrera. Además de contar con un físico, especialmente dulce, que la convirtió, como en alguna de sus películas, en todo un ángel. Pero poco se imaginaba aquella niña que bailaba y cantaba flamenco en uno de los corrales de vecinos más típicos de Málaga, que su fama llegaría tan lejos.

Cuando tenía 11 años la descubrieron en Madrid cuando viajó con el Grupo de Coros y Danzas de su ciudad. A partir de ese momento toda su suerte estaba echada. Al año siguiente ya había grabado su primera película: «Un rayo de luz», que fue como llegar y besar al santo, que suele decirse en el argot popular, ya que consiguió el premio a la mejor actriz infantil en la Mostra de Venecia.

A partir de entonces siguieron más películas: «Ha llegado un ángel», «Tómbola», «Marisol rumbo a Río», «La nueva Cenicienta» o «Los novios de Marisol». Pero su fama llegó más allá de las fronteras españolas, siendo requerida por grandes figuras del cine mundial, como Mel Ferrer (esposo de Audrey Hepburn), con el que trabajó en «Cabriola».

Pero como siempre suele suceder, con la madurez llega un replanteamiento de la carrera artística. Tras varios éxitos musicales y alguna que otra serie en televisión, Marisol, es decir, Pepa Flores, decidió por voluntad propia volver a su Málaga natal, para seguir creciendo, esta vez, desde la intimidad de sí misma.

Vía | Wikipedia
Foto | Rememarisol