Este fin de semana nos encontramos con dos estrenos cinematográficos en nuestras salas de cine, y que podemos compartir con los niños. Aunque si son muy pequeños no les van a interesar, a partir de los 7 años, que es así como están autorizadas, puede que quieran disfrutar de una tarde de cine. Seguro que a nosotros nos viene estupendamente dejarnos llevar por la emoción de una y las risas de la otra.
Decía el gran poeta Gabriel Celaya que "la poesía es un arma cargada de futuro", y así lo es si somos capaces de hacérsela llegar a nuestros niños. Más allá de querer enseñarles las técnicas y enrevesados textos de los clásicos, o ese tipo de versificación purista y hermética que les llega a aburrir, es ofrecérsela como un juego, como una canción llena de palabras que, en sí mismas, mantienen un divertido y pegadizo ritmo. Porque la poesía no tiene que ser, en ningún caso, una materia aburrida.
Llevamos varias semanas insistiendo en la necesidad de educar a nuestros niños partiendo de una educación más abierta, más cercana pero, sobre todo, más amorosa y respetuosa, no sólo con ellos mismos si no, también, con sus semejantes. Sembrar en ellos la semilla del respeto, la tolerancia o la templanza, no siempre es tarea fácil, mas sí resulta totalmente necesaria si queremos que se conviertan en adultos equilibrados y más cercanos a lo que llamamos felicidad.
Hoy os recomendamos una lectura que nos puede venir estupendamente para que los niños repasen el abecedario. Muchos de nosotros aprendimos las vocales y consonantes a través de distintas técnicas que podían ser visuales o de asociación de distintos objetos con el nombre y la letra inicial. De esta forma tan sencilla se nos queda grabado a fuego en nuestra retina y, también, en la memoria.
Desde que nació en 2010, la fundación Juegaterapia lucha por hacer posible la sonrisa de cientos de niños hospitalizados: entrega consolas a las áreas de oncología infantil, decora unidades del dolor infantiles, reconvierten azoteas de hospitales en zonas ajardinadas… Coincidiendo con el Día Internacional del Cáncer Infantil, lanzan una campaña para animarnos a colaborar con ellos.
Llevar a los niños a un museo puede resultar una de las experiencias más divertidas, pero tendremos que saber elegir la temática que lo compone o las actividades que nos ofrecen. Así nos aseguramos de que no se aburren demasiado y sacan su parte de enseñanza de todo aquello que están contemplando.
Ayer leíamos un post de Sacra, quien nos contaba que las pantallas llegan a ocupar 5 horas diarias en menores de 5 a 15 años, y hoy vuelvo yo con otro tema relacionado con el binomio TIC / niños. Según el informe “Young Children (0-8) and Digital Technology”, y sus conclusiones para España, las tecnologías de la información y comunicación no están entre las preferencias de los niños entre 6 y 8 años (a pesar de lo que pensamos los adultos).
Una de las enfermedades más virulentas y devastadoras que sufre la infancia es la de la leucemia. No en vano, se trata de la segunda causa de fallecimientos en menores. Es por ello que ciertos organismos, como la Fundación Josep Carreras, no ceja en su empeño por seguir investigación en torno a esta enfermedad y procurar, así, un éxito de supervivencia en aquellos niños que la padecen.