5 causas del aburrimiento infantil en vacaciones de verano

Pensar en las vacaciones de verano suele suponer anticipar un escenario que se percibe con ilusión y alegría. Pero la realidad de la existencia humana no se reduce a observaciones generales. Y el aburrimiento frecuente también puede materializarse en la agenda infantil durante las vacaciones. ¿Qué causas pueden derivar en esa experiencia? En El Blog Infantil lo comentamos.

1. Pasar de una agenda excesivamente ocupada a días con mucho tiempo libre

Esta es la realidad que experimentan algunos niños cuando se produce el punto de inflexión del final de curso. Tras varios meses en los que han hecho frente a una agenda llena de ocupaciones y actividades, se adentran en un escenario en que el tiempo libre dibuja una nueva forma de afrontar el calendario. El contraste, en consecuencia, es notable. Y la sensación de aburrimiento puede surgir durante el proceso de adaptación al nuevo escenario.

2. Niños que pasan el tiempo en un entorno adulto durante las vacaciones

Durante las vacaciones de verano también existe otra alternativa habitual: viajar al pueblo. El entorno rural experimenta un nuevo renacimiento durante esta época del año. Sin embargo, tanto en el mundo rural como en el ámbito de la ciudad puede ocurrir que, por diferentes circunstancias, el niño pase sus vacaciones estivales en compañía de adultos (y juegue con pocos amigos durante los meses de julio y agosto).

3. Exceso de estímulos

Tener acceso a un amplio número de actividades de ocio, juegos y formas de entretenimiento no significa que la diversión esté asegurada en todo momento. De hecho, el exceso puede generar el efecto contrario como ocurre cuando el aburrimiento se presenta como la consecuencia directa de la abundancia de recursos disponibles sin que ninguno de ellos capte la atención del niño más a largo plazo.

4. Sobreprotección de los padres ante el aburrimiento infantil

El aburrimiento puede no resultar agradable, sin que eso signifique que sea una experiencia negativa. Sin embargo, cuando se percibe desde una perspectiva limitante, los padres pueden adoptar diferentes estrategias para evitar que el niño experimente esta sensación de manera habitual. Y la respuesta adoptada, en ocasiones, es la sobreprotección como una solución que intenta ofrecer diferentes respuestas en aquellos instantes en los que el peque se aburre durante las vacaciones.

Sin embargo, cuando la solución procede del exterior, el niño no desarrolla sus propios recursos y habilidades para entretenerse (o tiene más dificultades para poner en práctica sus capacidades creativas).

5. Desplazamientos largos en los viajes realizados en vacaciones de verano

El aburrimiento infantil durante las vacaciones de verano también puede contextualizarse en un ámbito concreto como, por ejemplo, durante los desplazamientos que se enmarcan en un proyecto de vacaciones en familia. Cuando el itinerario se prolonga durante un periodo temporal significativo, la propia percepción del tiempo de los niños hace que esos minutos parezcan todavía más interminables.

El aburrimiento puede irrumpir en la rutina infantil durante las largas vacaciones de verano. Pero el aburrimiento también es una oportunidad para potenciar el ser creativo, la autonomía personal y el desarrollo de habilidades.

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