5 consejos para ir a clases particulares y disfrutar del verano

Ir a clases particulares durante el verano y disfrutar de las vacaciones son dos objetivos perfectamente compatibles. Sin embargo, es importante valorar algunos factores para encontrar un buen equilibrio en un tiempo en el que lo realmente esencial para los alumnos es descansar y distanciarse, precisamente, de ese rol y de todo lo que implica a nivel práctico: deberes, tareas, responsabilidades, exámenes… ¿Cómo ir a clases particulares en verano y disfrutar también de las vacaciones? 5 consejos.
1. Horario flexible y adaptado a las necesidades del alumno
Un buen horario es aquel que se adapta de forma adecuada a la rutina y estilo de vida familiar. Generalmente, durante el verano, es recomendable que el horario de las clases particulares se enmarque durante la mañana. De este modo, las tardes quedan totalmente despejadas para hacer planes, salir con los amigos, ir a la piscina, hacer excursiones, estar en casa…
2. Días de descanso absoluto
Antes de establecer un horario para las clases particulares, es fundamental que niños y adolescentes tengan días de descanso absoluto. Es decir, es esencial que los alumnos vivan un periodo significativo en el contexto estival para desconectar completamente de las actividades de repaso, las diferentes materias y las responsabilidades.
3. Una metodología dinámica y entretenida
Es esencial que el alumno aproveche el tiempo de cada clase particular puesto que, además, supone una inversión importante para las familias. Sin embargo, la metodología adoptada debería promover el aprendizaje en un ambiente más distendido, relajado y entretenido. Por ello, es fundamental consultar información sobre academias y profesores particulares con experiencia en la programación de actividades de formación en verano. La experiencia en este campo se transforma en una excelente presentación para las familias.
4. Establecer objetivos claros
Las clases particulares en verano deben conectar con unos objetivos de aprendizaje que son realistas. Es decir, es esencial encontrar un equilibrio en relación con el tiempo dedicado a este ámbito, los horarios marcados, las temáticas seleccionadas… Así como durante el inicio de curso conviene recordar que no hay que llenar la agenda de niños y adolescentes con una lista interminable de tareas, tampoco se debe recargar el calendario estival con tareas, repaso, lecturas y actividades. Y es que, existen otras muchas experiencias que favorecen el aprendizaje: contacto con la naturaleza, viajes, tiempo en familia, visitar el pueblo, juegos en la calle, visitas a museos…
5. Cambiar de profesor si es necesario
Un profesor particular puede tener un buen currículum y una larga trayectoria en la enseñanza y, a pesar de ello, no conectar con un alumno en concreto. Es una circunstancia que se produce de vez en cuando sin que ese factor afecte a la profesionalidad del docente. Por ello, si se presenta esa situación, conviene afrontar la realidad cuanto antes y buscar una solución.
¿Tu hijo va a asistir a clases particulares durante el verano? En ese caso, no olvides que, lo más importante para él, es desconectar, descansar y disfrutar. Por ello, la rutina de las clases debe integrarse en este contexto.
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