6 beneficios de las clases de repaso para niños y adolescentes

Las clases de repaso son muy positivas a nivel educativo para niños y adolescentes. Como indica su nombre, sirven para poner el foco, con más detenimiento, en aquellos contenidos que ya se han dado. ¿Por qué es importante que niños y adolescentes dediquen un tiempo al repaso durante las vacaciones o en la recta final de curso?

1. Nunca se termina de aprender aquello que ya se sabe

Aquello que ya se sabe puede aprenderse con más precisión a través del repaso. Y es que, por medio de este, no solo es posible volver sobre aquello que ya se ha dado, sino que, además, se vuelve de otra manera: con una base previa, una perspectiva más amplia y más preparación.

2. Todos los niños y adolescentes necesitan repasar

Existen creencias equivocadas en torno al repaso. Una de ellas, que únicamente aquellos alumnos que muestran más dificultades en un sector específico necesitan este impulso. En realidad, incluso aquellos niños y adolescentes que tienen un buen nivel, experimentan los beneficios que proporciona este tiempo de repaso a través de la mejora en la comprensión lectora, el dominio de un ámbito específico y el fortalecimiento de la memoria a largo plazo.

3. Facilitar el aprendizaje de contenidos con más dificultad

Las clases de repaso, por otra parte, crean una base previa para facilitar el aprendizaje de otros contenidos que tienen un mayor nivel de dificultad. Con frecuencia, existen carencias o limitaciones en el ámbito de la comprensión y el entendimiento.

4. Apoyo

Las clases de repaso ofrecen un apoyo educativo que fortalece al alumno desde un punto de vista integral. Y es que, no solo cuenta con el seguimiento de un docente preparado, sino que también encuentra un espacio que está perfectamente diseñado para aprender a un ritmo adaptado a sus necesidades.

5. Reforzar un hábito de estudio

El repaso es un hábito de estudio que no solo puede integrarse por medio de clases particulares en verano, sino que, en esencia, es un hábito que, ante todo, tiene que ser constante. Es aconsejable que el propio alumno interiorice la dinámica del repaso como una oportunidad para reforzar la organización, los hábitos de estudio y su propia autonomía en la realización de los deberes.

6. Revisar lo más importante

El repaso puede adoptar diferentes enfoques y perspectivas. De hecho, el repaso se personaliza al poner el acento en las necesidades específicas del alumno. Pero, generalmente, se dirige hacia lo más importante. Por ello, durante el verano, es cuando las clases realizan una buena síntesis de los aprendizajes más relevantes que se han dado durante el curso. Durante este periodo de estudio y formación, es posible volver a revisar aquello que, de forma objetiva, se considera más relevante.

Por tanto, entre las diferentes actividades que los niños pueden disfrutar durante el verano, las clases de repaso adquieren una especial relevancia.

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