6 errores de los padres y las familias ante el acoso escolar
El acoso escolar muestra una realidad compleja. Aunque, con frecuencia, se analiza desde la perspectiva de cada caso particular, es un problema que implica a toda la sociedad. Por ello, el análisis y las soluciones adquieren una perspectiva integral. Sin embargo, la formación en este ámbito es esencial para seguir avanzando en el valor de la empatía, la sensibilidad y la inteligencia emocional. ¿Qué errores pueden cometer padres y familias ante el acoso escolar?
1. Creer que su hijo, nieto o sobrino no puede ser el acosador
Un caso de acoso muestra diferentes roles y perfiles que intervienen en la situación. La empatía con la víctima suele ser elevada. Sin embargo, la figura de quien imprime un daño continuo a otro niño, produce emociones encontradas. Y, con frecuencia, los padres y las familias reaccionan con escepticismo ante la idea de que su ser querido pueda ser el acosador.
2. Justificar la situación
Existen justificaciones que tienden a minimizar el alcance de una situación de acoso. Desde esta perspectiva, puede parecer que el comportamiento del acosador está determinado por un suceso de su pasado o, sencillamente, por su falta de simpatía hacia la víctima. Sin embargo, el acoso no puede justificarse a partir de ningún criterio objetivo o subjetivo.
3. Caer en la culpabilización
Los padres pueden sentirse culpables cuando su hijo es víctima o cuando ejerce el acoso. En ambos casos, es habitual que se pregunten cómo no se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo o del alcance de la situación. La culpa pone un peso añadido y genera una importante fuente de sufrimiento. No conviene tapar esa sensación, pero es aconsejable actuar desde la responsabilidad.
4. Falta de colaboración o implicación
En ocasiones, el acoso escolar se percibe con cierta distancia cuando no impacta de forma directa en una persona cercana. Sin embargo, es una realidad que tiene una dimensión social y se refuerza a través del silencio de los espectadores (personas que saben lo que está pasando pero adoptan un rol pasivo ante los hechos). La falta de colaboración o de implicación es un error habitual en las familias.
5. Observar la situación en forma de túnel
Que un niño haya participado en una situación de acoso escolar no significa que vaya a seguir actuando de esa forma en el futuro. La educación y el acompañamiento pueden brindarle nuevas herramientas para evolucionar, reparar el daño cometido y aprender de los errores. Es importante mantener la esperanza en la búsqueda de soluciones eficaces. Por el contrario, cuando la situación se analiza en forma de túnel, hay muchos detalles que pasan desapercibidos en el análisis del proceso.
6. No respetar la privacidad de la víctima o de quienes participan en la situación
Es importante dar voz y visibilidad a las situaciones de acoso escolar. Es esencial denunciar lo que está ocurriendo. Pero eso no quiere decir que todos los detalles deban compartirse sin ningún filtro con cualquier persona que, de algún modo, esté relacionada con el entorno del centro educativo. Es importante respetar la privacidad y la intimidad de la víctima.
Padres y familias, en colaboración con el centro educativo, forman un buen equipo en la lucha contra el acoso escolar.
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