Adolescencia: cómo afrontar la falta de motivación en los estudios

La falta de motivación en los estudios es una de las realidades que puede producirse durante la adolescencia. Un periodo en el que aumenta el nivel de exigencia en diferentes materias y el futuro empieza a plantear sus propias preguntas (en relación con la elección de una profesión o la búsqueda de la vocación). ¿Cómo afrontar la falta de motivación en los estudios durante la adolescencia?
1. Es importante hablar de ello
La falta de motivación, las dificultades que surgen en los estudios y otros factores se perciben desde otra perspectiva cuando se comparten. Hablar de ello, en un contexto de confianza, es clave. Especialmente, para intentar buscar soluciones. Y es que, siempre se puede hacer algo al respecto.
2. Buscar apoyo
Una de las medidas que puede ponerse en práctica es buscar apoyo. Por ejemplo, tal vez el alumno necesite asistir a clases de refuerzo para repasar una asignatura que le resulta especialmente difícil. A lo mejor debe mejorar sus hábitos y la aplicación de las técnicas de estudio para ganar en orden y organización. Tal vez puede estudiar con un compañero durante un tiempo determinado para experimentar los beneficios del trabajo en equipo.
3. Estudiar más allá de la falta de motivación
La falta de motivación se convierte en una importante dificultad, pero no es un límite definitivo para no estudiar. Es decir, seguir con la planificación de la agenda, más allá del estado de ánimo o el apetecer, es clave. Y es posible transmitir este ejemplo a los adolescentes a través de numerosas situaciones que los padres viven en su vida cotidiana. El ritmo de los compromisos y responsabilidades no se detiene en función de aquello que cada uno prefiere o desea. Estudiar también es una elección (supone elegir esta responsabilidad frente a otras distracciones y entretenimientos).
4. Ofrecer ideas y alternativas
Estudiar es una experiencia que, a nivel académico no solo está determinada por el objetivo, sino por la atención a las necesidades individuales y las circunstancias concretas. Por ello, conviene explorar distintas posibilidades para adoptar las medidas que mejor se ajusten al caso concreto. Por ejemplo, quizá el adolescente se concentre mejor en la biblioteca, tenga que aprender a marcar distancia de la tecnología mientras está estudiando o sea conveniente que los padres estén más en contacto con el centro educativo para implicarse como familia en la creación de unas circunstancias propicias para el aprendizaje, la constancia y el descubrimiento.
5. Tiempo de descanso
El nivel de exigencia aumenta en la etapa académica durante la adolescencia. Sin embargo, es importante recordar que existen otros muchos factores que, más allá del plano académico, inciden en el desarrollo del adolescente: tiempo con los amigos, descanso, desarrollo de aficiones, vida familiar, primeros enamoramientos, búsqueda de la propia identidad, espacio de introspección…
¿Cómo afrontar la falta de motivación en los estudios durante la adolescencia? Con optimismo, determinación para buscar soluciones y confianza.
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