Caricias positivas en la educación de los hijos

Caricias positivas en la educación de los hijos

Escrito por: Maite Nicuesa    30 agosto 2011     3 minutos

Una caricia no sólo puede ser física sino que puede ser emocional. Este matiz de la psicología te ayuda a entender que el cuidado de un niño no implica sólo antender a su alimentación sino también a sus emociones. Las caricias positivas alimentan la autoestima en tanto que el niño se siente valorado y reconocido (así él va forjando una imagen adecuada de sí mismo). Las caricias negativas, le hacen sentir mal. ¿Qué es una caricia negativa? La crítica constante esconde este tipo de comportamiento. E incluso, desde la humildad, también conviene entender que a veces, es una cuestión de ignorancia la que nos lleva a plantear las correcciones hacia el niño de una forma equivocada:

1) Tanto en el ámbito personal como en el profesional, es importante dedicar más tiempo a elogiar y premiar lo bueno que hacen los demás. La clave de la motivación reside siempre en plantear un tema en positivo. Si tu niño se equivocó, hazle saber que tienes confianza en él y que esperas que este punto no se vuelva a repetir (en caso de que se trate por ejemplo, de una travesura). En caso de que se trate de motivarle a nivel académico, nunca debes tirar por tierra todo su esfuerzo: es decir, debes encontrar el punto medio y empezar siempre haciéndole saber que sabes que se ha esforzado, para después estimularle de otra forma diciendo: «Tal vez, podrías organizar mejor tu tiempo«. «Dedica más tiempo a la asignatura que te resulta más difícil».


2) Hoy día, en los cursos para trabajadores se imparten muchas sesiones formativas sobre cuestiones de comunicación. Por pura cultura, durante generaciones hemos sido educados en la crítica negativa, es decir, estábamos más acostumbrados a que nos dijeran nuestros errores que todas nuestras virtudes. Pero, los niños al igual que los adultos, están mucho más contentas con personas que les hacen sentir bien a través de palabras de cariño dejando de lado la queja constante

3) Existen caricias positivas que los niños siempre deben tener: «Me siento orgulloso de ti», «Me alegro de haber pasado este rato contigo», «Eres especial para mí», «Gracias por estar allí», «Te quiero mucho«, «Tienes unos ojos muy bonitos»… En general, conviene entender que el lenguaje deja huella en el alma humana y que mientras que existen palabras que no se olvidan por el efecto positivo que dejan en nosotros, también existen otras palabras que tal vez no se dicen, o que se dicen de la forma equivocada y que nos dejan heridas.

4) El pensamiento positivo propio de la inteligencia emocional ha revolucionado el mundo actual. Sencillamente, porque mediante el optimismo se potencia a las personas. Si quieres reflexionar más sobre esta cuestión, y sobre los temas de la comunicación, entonces te animo a consultar bibliografía sobre Análisis Transaccional (un área de la psicología) en la biblioteca de tu ciudad.

5) Por otra parte, en caso de que un niño sea muy sensible necesitará mucho más cariño y atención. Sencillamente, es más vulnerable a las críticas.

Las palabras no son sólo palabras, sino que también son una manifestación de nosotros mismos. Por ello, sería bueno que entre todos, aprendiésemos a utilizarlas de la forma adecuada para ver lo bueno que hay en los demás, en este caso, en los niños. Muchas gracias y feliz día.

Más información | Análisis transaccional


3 comentarios

  1. Cuentos Infantiles dice:

    Cuidar lo que decimos frente a los chicos y directamente hacia su persona es muy importante y no me parece que las personas sean conscientes de ello. Artículos como este deberían difundirse más, gracias!

  2. Melovida dice:

    Estoy totalmente de acuerdo, aunque también hay que tener en cuenta que el niño debe aprender a afrontar cosas contrarias a sus deseos, porque de lo contrario se volverá muy caprichoso.