El colegio mejor en un entorno natural
Elegir el colegio más adecuado para nuestros hijos no es tarea fácil. Incluso si tuvieramos libertad de elección, lo que dista mucho de la realidad, sería una decisión complicada. Ahora, además de fijarnos en el modelo educativo también deberíamos comprobar la relación que tiene el centro con la naturaleza. Según un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid, un entorno verde facilita el rendimiento, alivia el estrés, les ayuda a superar situaciones adversas y les hace sentirse libres y relajados.
Los autores, José Antonio Corraliza y Silvia Collado, explican el efecto moderador de la naturaleza, según el cual dos niños expuestos a la misma frecuencia de situaciones adversas, reaccionarán con diferente cantidad de estrés según el contacto que tengan con el medio natural. En su trabajo los autores aportan evidencias empíricas sobre el efecto amortiguador de la naturaleza del entorno residencial y escolar en el estrés de los niños. A mayor acceso a áreas naturales cercanas, mayor capacidad para sobrellevar situaciones adversas.
Se sabe incluso que «cuando los patios de los colegios son más naturales, los niños están más sanos«, según los investigadores. En el ensayo participaron 172 niños de 10 a 12 años de cuatro colegios de Cuenca. Los niños contestaron un cuestionario sobre su percepción del estrés, como pasar poco tiempo con los padres, no tener tiempo para hacer deberes, discusiones en casa, etc. También sobre la cantidad de naturaleza que sentían en su entorno residencial y escolar. Se evaluó objetivamente el acceso a dicha naturaleza en ambos entornos y se valoraron como no natural, mixto, natural y muy natural.
Corraliza señala que, «el efecto positivo del medio natural es más apreciable en aquellos niños que son más vulnerables, tal y como se ha constatado en otros ensayos anteriores». Por ello destaca la «importancia estratégica que tiene la inclusión de elementos naturales en los entornos residenciales y educativos. La salud y el bienestar también dependen de que estos entornos promuevan contactos frecuentes con la naturaleza».
En declaraciones a El Mundo José Antonio Corraliza remarca que, los elementos naturales «en un patio de un colegio no deben estar para decorar, sino que son una necesidad. La salida al patio no es sólo el momento de la pausa, el recreo, es necesario para ‘restaurar’ el equilibrio psicológico del niño. Por este motivo, también es fundamental que los colegios con zonas lúdicas de cemento y sin apenas naturaleza, lleven a los estudiantes a los parques cercanos en los recreos», y añade respecto a las grandes zonas verdes en las ciudades que, «son una buena opción, pero mucho más útil es contar con parques pequeños cercanos a todos los entornos residenciales».
Vía | El Mundo
Foto | CP Santa Bárbara