Cómo afrontar el duelo en Navidad en familias con niños: 6 consejos
La Navidad conecta de forma especial con la experiencia del duelo, especialmente, durante ese primer año que marca la ausencia de un ser querido. Cuando en la familia hay niños pequeños, es habitual que la perspectiva de la infancia esté muy presente en las decisiones que toma la familia para vivir este tiempo. Pero, en última instancia, la familia como conjunto también está interconectada. Por ello, el deseo de que los niños disfruten de la Navidad no debe tapar otras realidades: el autocuidado y la atención que como padre o madre necesitas darte a ti mismo si estás inmerso en una etapa de duelo.
La Navidad se hace tan visible en la decoración, los eventos y el ambiente que, incluso, se anticipa en su perspectiva más comercial. Y ese hecho puede ser muy complejo para familias que viven una etapa de duelo. ¿Qué alternativas y propuestas puedes valorar como padre o madre?
1. Grupos de apoyo
Hay asociaciones y proyectos especializados en el duelo que ofrecen herramientas y recursos no solo en este periodo del año. Sin embargo, la Navidad es un tiempo muy sensible en relación con el vacío de la ausencia. Por ello, el contacto con un grupo de apoyo puede incidir positivamente en la preparación, el autocuidado y la gestión emocional.
2. Anticipación, organización y diseño de los días clave
En un proceso de duelo, la rutina aporta seguridad. Sin embargo, la Navidad supone un cambio profundo en planes, costumbres y horarios en contraste con la rutina habitual. Por ello, es aconsejable anticipar los detalles vinculados con los días más señalados de las fiestas. De este modo, la persona empieza a prepararse interiormente para ese momento.
3. Valorar diferentes alternativas más allá de las costumbres previas
La silla vacía es una metáfora que, más allá de su imagen visual, se siente a nivel interno. Pero, en ocasiones, esa silla parece todavía más presente cuando la celebración se enmarca en el lugar de siempre. Por ello, algunas familias prefieren hacer algunos ajustes para integrar la novedad en la celebración. Es posible celebrar algún día señalado en un restaurante, trasladar el evento a la casa de otro ser querido, simplificar los preparativos y disfrutar de la intimidad del hogar, hacer un viaje…
4. El apoyo del entorno es clave
Más allá del núcleo más íntimo y familiar, la red de apoyo puede extenderse con otros vínculos que también son significativos. La Navidad puede ser muy compleja durante un proceso de duelo en el que surgen tantas emociones diferentes. El apoyo de amigos, vecinos y familiares proporciona consuelo, compañía y presencia. Y esa cercanía puede transmitirse incluso en la distancia.
5. Escucha emocional
La Navidad vivida durante un proceso de duelo no es lineal para todos los que atraviesan esta experiencia. Ni siquiera en el marco de una misma familia. Por este motivo, la escucha emocional es clave para que adultos y niños encuentren un espacio para expresar sus necesidades y preferencias.
6. Resiliencia: la Navidad forma parte del proceso
La Navidad durante el duelo puede ser muy compleja, pero, al igual que otros días señalados, forma parte del proceso de superación, aceptación y aprendizaje.
¿Cómo afrontar el duelo en una familia con niños? Con esperanza.
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