El enorme bolso de mamá
Las madres solemos cargar con enormes y pesados bolsos. No es un capricho. Hay tanto que prever cuando sales de casa con un niño, que parecemos un puesto de mercadillo.
Cuando el bebé es pequeño, llevamos la bolsa colgando del cochecito. Dentro, y sólo para dar un paseo, solemos incluir el cambiador, pañales limpios, una bolsa de plástico para los sucios, toallitas, agua, una muda, un babero, un sonajero, un chupete de repuesto y una mantita por si refresca. Además del móvil, la cartera, las llaves y demás acompañantes de cualquier mujer.
El niño crece y dejamos de tener la ayuda de la sillita. Seguimos necesitando lo mismo de antes, pero añadimos algún cuento o juguete y pinturas para entretenerle en el pediatra, por ejemplo, algo de comer si sabemos que nos puede pillar la hora fuera de casa, etc.
La bolsa de la fotografía la puedes encontrar en bayon, una gran tienda especializada en bebés. Es muy cómoda, y se puede llevar como bandolera. Yo, desde hace tiempo, me decanté por las mochilas. Resistentes y de gran capacidad, claro. Reparto el peso entre los dos hombros y me dejan las manos libres para atender a la niña. Mi bolso ya no recuerda lo que es una agenda o un perfumador, no hay sitio para ellos.
A veces pienso en la cara que pondría un ladrón si me robara el bolso.
Más información | Bayon
2 comentarios
Estoy de acuerdo contigo Belén, cada vez que salimos de casa parece que es como si nos fuéramos de vacaciones a la playa. Creo que metemos en los bolsos demasiadas cosas, ¿pero son realmente todas necesarias?.
Miguel Ángel, posiblemente no lo son. Lo malo es que basta que no incluyas algo para que justo ese día te haga falta… Murphy siempre está rondando. Gracias por leernos y compartir tus opiniones. Es muy interesante tener el punto de vista de un papá.