La envidia afecta a los peques

La envidia afecta a los peques

Escrito por: Maite Nicuesa    28 octubre 2010     2 minutos

En sentido estricto, la envidia es una emoción universal que afecta al ser humano en general. De hecho, el análisis de este sentimiento es palpable en la historia de la filosofía. La envidia fue definida por el filósofo medieval Tomás de Aquino como un tipo de tristeza, en concreto, es la tristeza por el bien ajeno.

Es decir, aquel que siente envidia no puede alegrarse por el bien del otro, simplemente, porque la envidia nos hace centrar nuestra atención en la propia carencia. Tomás de Aquino también explica que los niños tienden con frecuencia a sentir celos de otros niños. Por ejemplo, se trata de una rivalidad especialmente palpable entre los hermanos.


Del mismo modo, algunos niños también pueden sentir celos por los juguetes que tienen otros compañeros de colegio. La envidia es una emoción que aprendemos a manejar conforme vamos creciendo y aprendemos a compararnos menos con los demás. De hecho, la base de la envidia surge en la comparación entre dos personas.

La envidia es un sentimiento que hace sufrir mucho a los niños cuando la padecen pero no requiere una preocupación mayor puesto que lo más importante a la hora de entender a un niño es comprender su lenguaje emocional. Es decir, entender que el niño experimenta diferentes tipos de sentimientos, algunos agradables, como por ejemplo, la alegría al recibir un regalo. Por el contrario, también siente emociones como la tristeza al suspender un examen o tener que cumplir un castigo.

Para evitar los celos entre hermanos lo más recomendable es que los padres traten de no hacer diferencias importantes entre los niños. Además, también deben evitar comparar a los hijos con el objetivo de potenciar a cada uno de forma individual en sus virtudes.

Foto | Flickr-Esparta


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