Padres controladores, cómo afectan el futuro de los niños
A veces, hablando con diferentes personas adultas, notamos que recuerdan a sus padres como seres demasiado controladores. Esto generaba que fueran menos felices cuando eran pequeños y durante su adolescencia. Hoy hablaremos de un tema que fue realmente importante hasta hace algunos años, pero que en determinados casos continuamos viendo.
Desde la Universidad College de Londres han comparado el malestar mental que generan los padres controladores con la pérdida de un familiar cercano o un amigo. Para su investigación se estudió a un grupo de 2 mil personas que nacieron en el año 1946 hasta el final de sus días. El objetivo era poder que impacto tuvo el tipo de crianza en el bienestar que se logró a lo largo de su vida.
Quienes tuvieron padres menos controladores consiguieron puntuaciones más altas en su bienestar, mientras que los pequeños que tuvieron padres controladores (metiéndose en la vida privada o impidiendo que tuvieran amigos) consiguieron puntuaciones realmente bajas en las pruebas que medían la felicidad.
Para una correcta formación es importante dialogar con los niños.
Este es un estudio importante sobre el tema, pero no es el único. Fueron varios los trabajos dedicados a examinar el tipo de crianza y la manera en que afecta al desarrollo de los pequeños, analizando si fueron felices o no a lo largo de su vida.
En el estudio mencionado no se ve solo una correlación o vinculación de las variables sino que ademas se llegó a ver un pobre bienestar mental en los niños. Los expertos en la materia consideran que aun faltan más investigaciones para poder establecer cómo el control de los padres puede afectar de manera negativa a los niños, ademas de establecer la manera en que se forman las relaciones seguras en la infancia y las repercusiones que éstas tendrán en el futuro, a lo largo de su vida.
Así como los padres demasiado controladores son malos para la formación de los niños, los padres que no tienen ningún tipo de control también son negativos.
Para una correcta formación es fundamental dialogar con los niños, sin importar su edad. Los niños deberán saber que si existe algún problema en su vida contarán con sus padres. Algunos padres sienten que es muy complicado poner límites a los niños, que tomar esa decisión cuesta mucho. Cuando los niños se ponen a llorar terminan convenciendo a los padres y al salirse con la suya el problema cada vez se complica más.
Existen algunos niños que, por su comportamiento, se muestran inquietos, irreverentes, se presentan como fuera de control. En estos casos es fundamental poner límites claros y firmes, sin violencia ni malos tratos. Se sabe que en las últimas décadas las familias han ido cambiando, los padres comenzaron a tener una vínculo más próximo con sus hijos mostrando afecto a la vez. Esto es positivo, siempre que se mantenga todo en un justo equilibrio.
Vía | Ok Diario
Foto | Pixabay – Alexas fotos
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