Poesía para el Día de la Madre: Las manos de mi madre

Poesía para el Día de la Madre: Las manos de mi madre

Escrito por: Sacra    7 mayo 2017     2 minutos

Alfredo Espino fue un poeta salvadoreño que escribo un hermoso poema: "Las manos de mi madre". Hoy, Día de la Madre, puede ser un precioso regalo.

Hoy domingo, 7 de mayo, se celebra en nuestro país el Día de la Madre. Una fecha especialmente importante para seguir manteniendo viva la llama del amor que nos une a nuestra progenitora. Ese amor, siempre incondicional, nos acompañará toda la vida, incluso aunque estemos lejos y no podamos compartir más momentos de alegría todos juntos.

Son muchas las ideas que se nos pueden ocurrir para demostrar todo ese amor a nuestra madre. Aunque en muchas ocasiones se piensa en regalos materiales, mucho más le gustará que su premio venga envuelto en buenos sentimientos, esos que no se compran con dinero y que se entregan de forma voluntaria y sin condiciones. En cualquier caso, si todavía quieres entregarle un pedazo de corazón hecho poesía, aquí te dejo un hermoso poema del poeta salvadoreño Alfredo Espino.

LAS MANOS DE MI MADRE

Manos las de mi madre, tan acariciadoras,
tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras.
¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman,
las que todo prodigan y nada me reclaman!
¡Las que por aliviarme de dudas y querellas,
me sacan las espinas y se las clavan en ellas!

Para el ardor ingrato de recónditas penas,
no hay como la frescura de esas dos azucenas.
¡Ellas cuando la vida deja mis flores mustias
son dos milagros blancos apaciguando angustias!
Y cuando del destino me acosan las maldades,
son dos alas de paz sobre mis tempestades.

Ellas son las celestes; las milagrosas, ellas,
porque hacen que en mi sombra me florezcan estrellas.
Para el dolor, caricias; para el pesar, unción;
¡Son las únicas manos que tienen corazón!
(Rosal de rosas blancas de tersuras eternas:
aprended de blancuras en las manos maternas).

Yo que llevo en el alma las dudas escondidas,
cuando tengo las alas de la ilusión caídas,
¡Las manos maternales aquí en mi pecho son
como dos alas quietas sobre mi corazón!
¡Las manos de mi madre saben borrar tristezas!
¡Las manos de mi madre perfuman con terneza!

Poema | Girabsas
Foto | Diario de una madre


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