La primavera: una época mágica en el calendario escolar

Los profesores saben que el tiempo y las estaciones del calendario influyen y mucho en el ritmo académico de los alumnos. Por ejemplo, los niños tienen que realizar un gran esfuerzo durante los primeros días de clase en septiembre para concentrarse y adaptarse al ritmo académico ante el cambio drástico que implica decir adiós al verano. Del mismo modo, durante el invierno como consecuencia de las bajas temperaturas apetece pasar más tiempo en casa. Por tanto, los niños se sientan antes en su mesa de estudios para hacer las tareas.

Esta semana damos la bienvenida a la tan anhelada primavera. Una época perfecta en muchos sentidos puesto que el paisaje se torna perfecto e invita al contacto con la naturaleza, el tiempo de ocio y los juegos. De hecho, el aumento de horas de luz solar produce una gran alegría de forma inconsciente.

Este cambio de tiempo tambén puede notarse en los estudios de los niños ya que también es algo que sucede en el ámbito universitario. Ante el calor, aumenta la pereza que produce en ciertos momentos sentarse delante de un libro. Pero los niños al igual que los adultos tienen la capacidad de adaptarse pronto a las circunstancias, por ello, es evidente que el entorno no determina el resultado académico sino el esfuerzo que cada alumno realiza.

En primavera el niño tendrá más ganas de salir a jugar a la calle con los amigos. Lo importante siempre es mantener el mismo ritmo de horas de estudio que se han llevado a cabo durante el otoño y el invierno. Bienvenida sea la tan anhelada primavera, una época ideal para disfrutar en familia de excursiones al campo, de planes al aire libre o de los paseos por la ciudad.

Foto | Flickr-Davide Galli

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