Soy Padre: Cuidado con la calle, puede ser peligrosa
La mayoría de las veces, cuando voy con el bebé por la calle, lo hago de una manera más o menos tranquila. Soy consciente de que existen muchos peligros, por lo que es evidente que nunca bajo la alarma. Incluso con los menores ruidos. Cuando vayáis paseando por la calle con vuestro niño es obligatorio extremar las precauciones. Antes de nada, aseguraos de que lleváis encima todos los materiales necesarios: el carro en perfecto estado, comida, algunas mudas ante lo que pudiera pasar, agua y ropa de abrigo, en el caso de que estar en época invernal. Todo debe estar ordenado de manera correcta. Por supuesto, no pongáis pesos adicionales en el carro, como las bolsas de la compra o mochilas. Para eso está la bandeja inferior.
Los carros suelen llevar arneses de sujeción que hay que poner en marcha. Así evitaréis mayores problemas o incluso que el niño salga despedido en el caso de ir por lugares poco estables. Nuestros grandes enemigos serán los vehículos: las recomendaciones generales ya las sabéis: no cruzar con el semáforo en rojo, no cruzar los pasos de cebra hasta que los coches nos dejen pasar, y no cruzar entre vehículos parados o estacionados. Hay que tener en cuenta que el peligro puede salir de muchos sitios. Un despiste daría lugar a problemas.
No hay que olvidar las salidas y entradas de aparcamientos o de instalaciones, lugares por los que la circulación será habitual, y que en muchos casos no veremos de manera adecuada. Si es posible, estad atentos a los espejos panorámicos. Si no, extremad las precauciones en todas las calles. Especial atención a las cocheras.
¿Qué ocurre en el caso de que seamos nosotros los que vamos a meter la silla en un coche? Entonces es imprescindible meterla o sacarla por la puerta que da a la acerca, siempre con mucho cuidado. No olvidéis que los niños deben tener un asiento especial en el interior de los vehículos. Algo parecido sucederá cuando queráis sacar el coche: mejor aparcar en un espacio peatonal en el que podáis realizar las operaciones con total seguridad.
Puede ocurrir que estemos con niños de diferentes edades, quienes lleven accesorios adicionales. Aseguraos de que los mismos están certificados y, sobre todo, de que pueden atarse para mantener a los niños controlados.
Por último, un detalle muy importante: es muy posible que los colores del carro sean oscuros y por lo tanto pierda visibilidad, sobre todo de noche. Es aconsejable comprar elementos reflectantes o luminosos, como pegatinas con colores llamativos. Así os verán incluso en la oscuridad máxima. La idea es la de hacer que las luces de los coches, reflejadas sobre el carro del niño, provoque un pequeño destello de luz.
En mi experiencia personal, siempre que tengo que ir por la calle dando un paseo con el niño tengo mucho cuidado de que todo esté perfecto. Para empezar, las comprobaciones sobre el carro son periódicas, nunca voy por lugares en los que haya mucho ruido ni inestabilidad, y evito todas las carreteras. Incluso, voy pegado a la pared. No solo se evitan sustos, también problemas mayores. Por supuesto, evito la noche en la medida de lo posible.
Estos consejos también podéis llevarlos a otros aspectos de la vida. Por ejemplo, si utilizáis el carro, siempre hay que comprobar que esté en correctas condiciones. De todas formas, llevar a un niño con vosotros es una tarea muy delicada.
Vía | Seguridad Infantil
Fotos | Torange
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