
A partir del domingo entramos en la IX Semana Europea del TDAH que celebran las asociaciones de la FEAADAH (Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad) con el patrocinio de ADHD Europe. La cita tiene lugar del 16 al 23 de octubre y en ese período las distintas asociaciones pondrán en marcha una serie de actividades para informar y sensibilizar sobre esta patología.
En torno al mundo del embarazo y la gestación se siguen realizando continuos estudios con el fin de descubrir determinados problemas de salud, tanto física como psíquica, en los seres humanos y que podrían venir determinados por esos meses de crecimiento en el útero materno. Si bien, muchos de ellos todavía son hipótesis que se deben comprobar a largo plazo, lo cierto es que parece que no van del todo desencaminadas.
Una de las actividades más divertidas que podemos ofrecer a los niños es la de la lectura. Animarles a que investiguen en el mundo de las letras, que les invada la magia de las historias divertidas o que se dejen llevar por oleadas de imaginación, es una de esas tareas que debemos incentivar en su eterno crecimiento hacia la fantasía pero, también, encaminado a la educación, especialmente cuando ellos van por el sendero de los valores.
El hecho de que un niño se niegue a probar un alimento nuevo no lo convierte en mal comedor, o en un caprichoso (lo sería si te exigiera golosinas en lugar del plato de lentejas, y tu se las dieras). Que lo hayas intentado 3 veces sin éxito no significa que tu hijo te toma el pelo. La neofobia alimentaria (o paradoja del omnívoro) es frecuente en población infantil. Según leemos en Muy Interesante, parece tener poca incidencia en los bebés que pasan de la teta al plato saltándose purés o papillas; y desaparece con la edad.
¡Qué difícil se nos hace, en muchas ocasiones, tener que educar a nuestros niños en un mundo que nos resulta, a veces, especialmente hosco y ajeno! Si bien, y afortunadamente, los métodos de educación severos y herméticos de otros tiempos han dejado paso a una libertad y comprensión más flexible, es cierto que, con bastante frecuencia, la delgada línea entre la educación y la mala educación se suele traspasar con total impunidad, consiguiendo que la educación se convierta en una díscola anarquía en la que todo vale.
Durante el primer año de nuestro bebé su desarrollo es tal que, casi, nos resulta un milagro ver como el ser humano pasa, en tan corto periodo de tiempo, desde el reposo más absoluto hasta la actividad más frenética. Es durante este periodo cuando sienta las bases de lo que será su futuro. Y es que no es extraño, si lo pensamos bien, que nos sorprenda el hecho de que en sólo unas semanas aprenda a andar, por ejemplo, a comer o se inicie en el proceso del habla.
Los niños que duermen la siesta en el cole aprenden mucho más que los que no lo hacen. Esta es la conclusión a la que han llegado unos investigadores estadounidenses que han descubierto como la memoria del niño es capaz de retener, sellar y procesar toda la información que ha ido aprendiendo unas horas antes. Es como si cada cierto tiempo necesitaran un descanso para que todos esos nuevos conceptos queden grabados en su, todavía, virgen memoria.