emociones

Escrito por: Sacra
7 septiembre 2009
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Desde el primer segundo que nuestro bebé aparece en nuestras manos empieza a necesitar y buscar los placeres que le ofrece la vida. No es mera casualidad que busque el olor de su madre, que sonría ante la música o que se sienta feliz estando desnudo. Disfrutar de todas estas cosas le ayuda a expresarse y cubre sus necesidades emocionales. Por eso debemos aprender a observar a nuestro pequeño, ver y entender cuales son sus placeres, de esta forma estrecharemos los lazos que nos unen y conseguiremos uno de los mayores objetivos de la crianza: hacer feliz a nuestro bebé.

Escrito por: Belén
26 julio 2009
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Con sólo 6 meses, un bebé es capaz de interpretar por el ladrido si un perro está enfadado o feliz, incluso sin haber tenido un contacto previo con estos animales. Para comprobarlo, investigadores de la Universidad Brigham Young en Utah (USA), mostraron a los bebés dos imágenes de un perro, en una el can aparecía irritado y en otra alegre. Después se reprodujeron aleatoriamente los ladridos correspondientes a cada imagen. Los bebés miraban fijamente a la imagen que correspondía al ladrido, momentos después de escucharla. Los bebés más mayores hicieron la identificación al primer vistazo.

Escrito por: Leticia
25 mayo 2009
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Los conflictos que suelen aparecer en la pareja y el poco interés que en ocasiones pareciera tener el padre por el embarazo pueden explotar durante el embarazo. Lo peor de todos es pensar que con la llegada de un hijo se pueden solucionar los problemas de la pareja, si existen temas pendientes es bueno saber que la llegada de un bebé no solucionara nada y tratar de charlarlos antes de buscar un hijo.

Escrito por: Sacra
11 mayo 2009
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Todas las personas necesitamos del afecto y el cariño de los demás, pero no siempre ese tipo de reconocimiento significa que tenga que existir un contacto físico. Hay niños, como adultos, que sólo necesitan de un gesto de aprobación o cualquier otra señal que implique un acercamiento afectivo y de seguridad. A menudo una palabra puede ser más amorosa que una caricia.