Ya empieza a hacer mucho mejor tiempo y es un momento ideal para que salgamos a disfrutar de la Naturaleza. Un paseo por el campo puede ser un plan ideal para dejarnos llevar por una cálida mañana de domingo. Apreciar todo lo que la Naturaleza nos ofrece, así como de los tesoros que cada estación trae, es una lección vital para que la infancia se involucre en el medio ambiente y, sobre todo, su cuidado.
Hablar de literatura infantil escrita en castellano y no remitirnos a la gran obra literaria de Juan Ramón Jiménez es casi un sacrilegio. "Platero y yo" se ha convertido en uno de los libros de cabecera eternos para los niños actuales, pero también para aquellos adultos que no han querido perder esa chispa de inocencia y alegría que acompaña a la infancia. Es, por lo tanto, como ese tesoro lírico que nos acompaña a lo largo de nuestro crecimiento para seguir rememorando y celebrando la alegría de vivir.
Uno de los poetas más importantes de la literatura castellana es, sin duda, Juan Ramón Jiménez. Artífice de la poesía pura, sus versos logran calar en el alma humana con una sutiliza exquisita, propia de esa inocencia que los niños albergan en su corazón. No en vano, en 1956, recibió el más alto galardón que se otorga a un escritor: el Premio Nobel de Literatura.
Afortunadamente las posibilidades de acudir al teatro con los niños se van ampliando cada vez más. En estas tardes donde salir a disfrutar al aire libre se convierte en una aventura imposible, nada mejor para disfrutar con ellos que acompañarlos a un buen espectáculo. Un musical, una buena película o una obra de teatro son opciones divertidas para compartir en familia.
Uno de los autores más importantes de la poesía española es, sin ninguna duda, Juan Ramón Jiménez. A través de sus versos, llenos de pureza y sensibilidad, el poeta logra transportarnos a un mundo idílico lleno de elementos entroncados en la naturaleza y que, al mismo tiempo, se engarza con el ser humano consiguiendo una comunión perfecta.
Pocos libros para la infancia logran captar la atención de tantos adultos que lo descubren o reencuentran en su madurez. "Platero y yo" es uno de esos relatos clásicos donde la magia de la poesía se entremezcla con la dulzura de la inocencia en un relato que se ha convertido en inmortal, traspasando el tiempo y perdurando como si toda la historia que nos cuenta siguiera estando vigente.
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