
Sile Nole, trueque de juguetes en la Casa Encendida de Madrid
Durante estos días de Navidad se nos llena la boca de palabras rimbombantes, intenciones de lo más altruistas y gestos solidarios que, no siempre, llegan a buen fin. Y es que para ser generosos con los demás e intentar ayudar a los más necesitados o echar una mano de forma desinteresada, no deberíamos esperar a que llegara el último mes del año, debería ser una práctica habitual en nuestras vidas, especialmente cuando tenemos niños y queremos educarles en un torno de paz y amor por el prójimo.