La verdad y la mentira, a menudo, comparten una delgada línea en la que no somos realmente conscientes de donde empieza o termina una y otra. ¿La imaginación es parte de la verdad o sólo forma parte de nuestra mente? ¿cómo podemos explicar y hacer ver a los demás aquello que sólo nosotros sentimos y vemos? ¿todo lo que ocurre en nuestra fantasía es real o sólo es fruto de la mentira?
Se ha realizado una investigación en Argentina en la cual se demostró que solo el 10 por ciento de los chicos que nacieron por ovodonación saben su origen. Las encuestadas fueron madres que emplearon esta técnica.
La verdad, la sinceridad y la honestidad son valores que cualquier persona debe asumir en su camino hacia la madurez, es decir, con el desarrollo de la personalidad adulta. Sin embargo, es habitual que los niños, a veces se inventen ciertas historias, oculten algún tipo de información o cuenten alguna mentira. Se trata de una actitud que no debe producir preocupación pero que puede ayudar a pensar a los padres en la forma de enseñar al niño a decir la verdad.
Cuando le decimos a un niño que no diga mentiras y lo enfrentamos de manera violenta a situaciones en las que nos dimos cuenta que no fueron del todo honestos, por ejemplo gritándole ‘¡No mientas, fuiste vos el que rompió el vaso!’ mientras él llora desconsolado diciendo que fue su oso, pensamos que estamos haciendo lo adecuado enfrentándolo con la situación, pero no es así.
Una de las preguntas más frecuentes entre los padres que adoptaron niños es el momento de decirles a sus hijos de cómo llegaron a sus vidas y a sus familias. Muchos psicólogos dicen que lo más conveniente es decirlo cuanto antes, o mejor dicho, desde el principio.
Hay muchas preguntas que se formulan los padres de niños adoptados, entre ellas la más destacada es cuándo y cómo deben decirle que es adoptado. Está claro que son los padres los que deben hacerse cargo de estas respuestas y ofrecérselas con la mayor naturalidad. La mayoría de expertos opinan que debe hacerse cuando es pequeño, así crecerá con esa idea totalmente integrada en su vida. En cambio, otros opinan que debe hacerse cuando son mayores, ya que esa idea en un mente todavía sin madurar, los puede confundir.
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