Técnica del globo para niños: ¿Cómo se utiliza y para qué sirve?

Existen distintas herramientas de inteligencia emocional que fomentan el autoconocimiento en los niños. La imagen de un globo puede convertirse en un símbolo de un proceso emocional. En ocasiones, el niño se siente desbordado por tensiones y sensaciones desagradables que va acumulando en su interior. Cuando eso sucede, ocurre lo mismo que pasa con un globo que está a punto de explotar. Ya no tiene capacidad para resistir más el peso y la fuerza de ese contenido interior.

Por ello, la técnica del globo resulta educativa, visual y didáctica para los niños. Sin embargo, conviene puntualizar que siempre debe desarrollarse en presencia de una persona adulta y responsable. Por ello, es recomendable utilizar esta técnica cuando el peque tiene más de 8 años. El ejercicio debe estar acompañado por una explicación didáctica. Es decir, puedes utilizar el ejemplo visual del globo para mostrar el proceso que se produce en el interior de un ser humano cuando está intranquilo o nervioso.

Técnica del globo: la representación visual de un proceso emocional

Un globo que explota puede ponerse en relación con la siguiente indicación. En ese momento, la persona está desbordada por lo que le ocurre. ¿Y qué pasa cuando un globo no se llena hasta su máxima capacidad sino que su contenido interior se libera poco a poco? Este segundo ejemplo muestra una perspectiva distinta de la gestión emocional.

Si el ser humano regula aquello que siente, no carga con el peso de la intranquilidad hasta llegar a explotar. Sino que alimenta su bienestar por medio de la respiración consciente, la asertividad y la amabilidad. Es decir, puedes utilizar globos diferentes para mostrar a tu hijo ambas escenas. Más allá del ejemplo visual, el concepto también puede integrarse como una metáfora en la conversación con el niño. Es decir, es posible establecer un paralelismo entre el mundo emocional y el proceso que sigue un globo cuando explota o cuando libera su contenido interior. Por ejemplo, puedes preguntar a tu hijo en qué momento se ha sentido como un globo en el que está a punto de estallar. Tú también puedes compartir ejemplos y situaciones en las que te has sentido de ese modo.

Utiliza la metáfora del globo en la comunicación con tu hijo

Los niños también experimentan sensaciones y emociones desagradables como el estrés, la frustración, la intranquilidad o el enfado. ¿Cómo enseñarles a cultivar el valor de la relajación? Aunque la técnica del globo es especialmente divertida para los niños, como padre puedes observar qué herramientas ayudan más a tu hijo. Pues bien, la técnica a la que hacemos referencia pone el acento en un aspecto clave de la gestión emocional: el control de la respiración.

Explica a tu hijo que, antes de llegar al límite en una situación determinada, es importante respirar con tranquilidad para alimentar la calma y el bienestar antes de un examen, después de un enfado o en cualquier otra situación cotidiana.

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