Como ser un buen padre cuando el niño hace deporte

Como ser un buen padre cuando el niño hace deporte

Escrito por: Belén    18 septiembre 2010     3 minutos

Con el comienzo de curso llegan también las actividades extraescolares, entre las que el deporte ocupa un lugar destacado. Todos hemos visto alguna vez a un papá exaltado en un partido de fútbol infantil, o recriminando a su niño porque no ha dado todo en la clase de tenis. Creo que la misma obsesión que tienen algunas madres porque sus niños triunfen en la televisión o la moda, la tienen algunos padres por convertir al pequeño en una estrella del deporte.

La Fundación Deportiva Municipal de Valencia, ha detectado un incremento de comportamientos poco correctos entre los papás que asisten a las actividades deportivas de sus hijos. Padres que inculcan en sus hijos que hay que jugar hasta el límite, que radicalizan su comportamiento y que incluso toman actitudes violentas. Para intentar frenar este ligero ascenso se editó una guía, pero estos padres no se daban por aludidos. Este año, Juan Mestre, jefe de servicio del área de deportes con la colaboración del psicólogo Emilio Hernández, ha elaborado un dodecálogo para que los papás que no saben comportarse se den por aludidos:

  • Ayudar a que el menor realice deporte.
  • Colaborar con la institución en la que está el menor.
  • Entender que la actividad que realiza el menor no es igual a la que realizan los profesionales del mismo deporte. Es un juego y los participantes -niños- están aprendiendo (inclusive los árbitros y los entrenadores).
  • Intentar que el niño entienda el deporte como un juego y que se lo pase bien, apoyándolo en los momentos difíciles y disfrutando con él de las alegrías.
  • No suplantar el papel del entrenador.
  • No presionar al árbitro o juez.
  • No entender que la derrota es fracaso y el éxito es victoria. Valorar la evolución del menor independientemente del resultado.
  • Entender que la derrota es una parte del juego y saber ‟sacarle partido” como padre.
  • No sobreproteger a mi hijo. La actividad deportiva es sana y las ventajas físicas que acarrea siempre son más beneficiosas que sus inconvenientes. Cualquier incidencia física la comentaré con un profesional.
  • No castigar eliminando la práctica del deporte, que supone la retirada del niño de una actividad formativa tutelada.
  • Ser modelo de conducta en todas las actividades deportivas que se realicen con el menor.
  • Atajar siempre cualquier atisbo de violencia que pueda surgir.

Juan Mestre dice que, «el deporte no educa por si mismo si no se pone empeño en una acción educacional sobre los chavales«. Y se explica con un ejemplo muy gráfico: «Los valores de unión, grupo, ayuda entre los miembros también, como en el deporte, lo tienen actividades como puede ser la de una banda delictiva«.

Mucho me temo que servirá de poco, los papás que se comportan de forma tan bochornosa no están pensando en la educación de sus hijos. Me inclino a pensar que les preocupa más su futuro financiero.

Vía | Las Provincias
Foto | Flickr-Antramir


un comentario

  1. susana harillo caballero dice:

    Hola compañeros y compañeras:
    Solo queria felicitaros por la iniciativa. Soy maestra y psicopedagoga, mediadora y educadora para la Paz en el Pais Vasco. Tenemos un foro de asociaciones de epara la Paz y siempre hemos creido que había que mirar este tema del que ahora os habéis ocupado. Es imprescindible que nuestros hijos e hijas vean en el deporte una fuente de enriquecimiento y no el lugar apropiado para el insulto y el desprestigio al resto. Superarse a uno mismo o una misma es lo mejor que el deporte les puede enseñar, así como aprender a frustrarse y a saber tanto ganar como perder. Gracias