Las faltas de respeto no deben llegar a normalizarse, aunque los hechos en sí mismos parezcan poco significativos. El alcance de las faltas de respeto continuadas es más visible a largo plazo cuando llega la adolescencia. ¿Cómo actuar para educar y corregir a los niños con inteligencia emocional?
Hoy es el Día de los Abuelos. Y el respeto es uno de los ingredientes que fortalece el vínculo con los nietos. Es un valor que se aprende desde la infancia. Conviene puntualizar que la visión de las personas mayores, en ocasiones, está condicionada por estereotipos y prejuicios que transmiten los efectos del edadismo a los menores. ¿Cómo puedes educar a tu hijo a través de tu propio ejemplo para que descubra el significado del respeto a sus abuelos?
Cuando una decisión significativa está tomada bajo la intensidad de una emoción, es probable que el adulto se arrepienta poco después de haber adoptado esa determinación. En el plano de la educación y la crianza existen instantes en los que el miedo, el enfado, la inquietud o la preocupación no dejan reflexionar con claridad sobre un hecho en concreto. El autoconocimiento es esencial para responder con inteligencia emocional ante escenarios que suponen un reto a resolver.
Acaba de publicarse un divertido libro infantil para que los peques entren en el mundo de las diferencias físicas, psíquicas y sociales de los seres humanos de la forma más divertida y emocionante. Un libro para entender que todos somos únicos e irrepetibles y que, por lo tanto, el respeto debe ser nuestra única guía, aquella que nos lleve a entendernos con el resto de seres humanos.
Vivimos en una época muy permisiva con los niños. En nuestra sociedad, a penas los reñimos por miedo a que se traumaticen. Nos mordemos la lengua para no gritarles, pero dejamos que nos griten. Nos enfurecemos con los maestros por llamarles la atención en clase y con las pocas tareas que les dejamos como responsabilidades, somos condescendientes si no las cumplen. Ahora la pregunta es ¿cómo se harán respetar en el futuro si no saben qué es el respeto?
Hace sólo unos días que hablábamos sobre la necesidad de educar a los niños en igualdad y con el respeto a su entorno familiar y social. Hacer las tareas del hogar puede ser una buena manera de enseñarles la importancia que supone colaborar, trabajar en equipo y cuidar de nuestro entorno y paisaje más cercano como es el de nuestra propia casa. Pero si bien, hasta ahora, era una sugerencia que algunos padres seguían, con mayor o menor entusiasmo, parece ser que se ha convertido en una obligación legal.
Como padres somos responsable de la educación de nuestros hijos, entre los valores que debemos enseñarles se encuentra el del respeto. Hoy nos referiremos a la mejor forma de inculcárselo.
No hay nada mejor para respetar y comprender a nuestros semejantes que ponernos en su piel y en su situación personal. Así nos nos resultaría tan fácil dar consejos o discriminar esas otras acciones que creemos inadecuadas, ya que sólo a través de nuestra propia experiencia vamos a entender como funciona el corazón y los sentimientos del resto de los seres vivos.
Os propongo una visita al teatro con la familia a una obra un poco especial "La fea durmiente". Seguro que el título os suena. Pero en esta obra la historia no será como la conocemos. La princesa no se pincha con una rueca sino que es fea. Y para colmo el príncipe que debería enamorarse de ella lo único que hace es burlarse de su enorme nariz.
Cuando un niño abre un libro se abre, al mismo tiempo, una ventana hacia el paisaje virgen de su imaginación, recabando, de forma lúdica y emotiva, en los mismos cimientos de su voluntad y realización como ser humano. Ser adultos respetuosos, solidarios y comprensivos es una tarea que se inicia desde la misma infancia, por eso es necesario que llenemos de cabales estímulos la educación de nuestros hijos mientras les vamos inculcando la necesidad de convivir con ciertos valores.
Campamentos de surf para niños en Galicia durante el verano 
Decorar una habitación infantil con vinilos 
Visitar Disneyland París en familia… ¡Una gran excusa para disfrutar la Semana Mágica!