La vuelta al cole sin traumas

Después de las vacaciones estivales no todos los niños se adaptan, de nuevo, a la rutina con iguales deseos. Los hay que están deseando retomar sus clases para reunirse con sus amigos y, en cambio, están aquellos que se muestran apáticos o, incluso, enfadados por tener que retomar sus obligaciones escolares.

Para estas situaciones, como para la mayoría a lo largo de su vida, es muy importante la actitud que mostremos los padres. Si ellos nos oyen quejarnos de la vuelta al trabajo, a las tareas del hogar o al día a día, para ellos será doblemente penoso. Por eso es necesario que les transmitamos energía positiva y lo importantes que son todas las etapas de nuestra vida, tanto en el ocio como en el trabajo.

También podemos empezar a hablarles de su incorporación a la escuela con antelación. Comprar el material escolar con tiempo, los libros y así que se vaya interesando por lo que aparece en ellos o que nos ayude a forrarlos y a ponerles el nombre. Preparar la mochila, el uniforme y cada pequeño detalle que pueda necesitar. Sentir que lo tiene todo bajo control le ayudará a evitar su ansiedad.

De igual modo debemos hablarle de sus compañeros y amigos, de todas las cosas que podrán hacer juntos e incluso de las excursiones y actividades extraescolares que pueda realizar. Pero nunca olvides que debes dejarle que se exprese. Pregúntale como se siente, escucha sus temores e intenta ayudarle en esta nueva etapa con confianza y seguridad.

Es aconsejable que se vaya ajustando, paulatinamente, el nuevo horario, así que intentaremos, desde ya, hacer que se acueste más pronto por la noche y levantarlo más temprano por la mañana. De este modo el cambio no será tan brusco.

Y un consejo final es que, si puedes, lo acompañes en su primer día de vuelta al cole. Aunque no lo parezca es un día muy especial para ellos y el que nos vea junto a él le da mucha seguridad.

Fuente | Consum

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