Ser madre y ama de casa no significa convertirse en invisible para la familia o la sociedad, sin embargo, algunas personas se sienten de ese modo cuando, a largo plazo, consideran que la labor que realizan no se valora verdaderamente a pesar de la importancia que tiene en el día a día. De este modo, la mujer y ama de casa que se siente invisible para los demás llega a creer que cualquier otro aspecto de la vida familiar es más importante desde la perspectiva del grupo. Se siente a la sombra de los demás cuando, en realidad, su papel es tan determinante para el conjunto de la familia. La invisibilidad aplicada en este ámbito supone un elevado sufrimiento porque impacta directamente en aspectos esenciales del ser humano como, por ejemplo, la atención a las necesidades individuales, el desarrollo personal, el bienestar emocional o la calidad de los vínculos afectivos.
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