5 dificultades que afrontan los alumnos en la recta final de curso

La recta final de curso plantea diferentes dificultades a los alumnos. Y es que, después de muchos meses marcados por una rutina exigente, el cansancio se va notando cada vez más. A pesar de ello, es importante perseverar en el camino iniciado, en el estudio y en la constancia. ¿Y qué dificultades afrontan los alumnos en la recta final de curso?
1. La presión por las notas y los resultados: la gestión de las expectativas
Las notas muestran una evolución y un seguimiento a lo largo de todo el curso. Sin embargo, en ocasiones, se perciben como más importantes en la recta final de curso. Y la situación en la que se encuentra cada estudiante en este contexto es diferente. Algunos alumnos pueden sentir que están lejos de lograr los objetivos deseados.
2. Días largos y temperaturas agradables (más distracciones y estímulos apetecibles
Un tiempo que anuncia la cercanía del verano e invita a hacer planes al aire libre. Es decir, surgen más distracciones y estímulos apetecibles frente a la alternativa de estudiar, ir a la biblioteca para repasar o hacer los deberes. Seguir con las rutinas habituales representa un esfuerzo añadido para muchos alumnos.
3. Dificultades propias de aquellas asignaturas que resultan más difíciles
Con frecuencia, a lo largo del curso, surge la expectativa de mejorar incluso en aquellas asignaturas que son más difíciles a nivel individual para cada alumno. Cuando no se ha producido esa mejoría, el desconocimiento, la confusión y los obstáculos se multiplican desde la perspectiva del alumno que tiende a sentirse cada vez más desbordado por el reto que tiene que superar.
4. Mantener la tranquilidad frente a la presión de la recta final de curso
Las dificultades en la recta final de curso también pueden orientarse hacia el ámbito de la gestión emocional. Es importante mantener la tranquilidad. Sin embargo, los exámenes, las notas, las expectativas y, en algunos casos, la presión familiar, se convierten en una dificultad añadida.
5. Mantener la motivación a corto plazo (el largo plazo remite a las vacaciones de verano)
En la recta final de curso, la motivación debe orientarse principalmente hacia el corto plazo. Es decir, lo realmente importante es poner el foco en los objetivos de cada semana. Esta perspectiva que se centra en las metas más próximas, no siempre es fácil de sostener ya que, como hemos comentado, surgen numerosos estímulos y distracciones que rompen con la rutina habitual.
¿Qué dificultades afrontan los alumnos en la recta final de curso? Cada caso es particular y específico, por ello, a lo largo del curso, existe una comunicación frecuente entre el centro educativo y las familias. Las familias, por su parte, deben intensificar la presencia, el acompañamiento, la motivación y el refuerzo positivo.
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