6 razones para establecer metas sencillas en la vida familiar

Las metas más sencillas tienen un impacto positivo en la vida familiar, cuando son el reflejo de la voluntad. El ritmo del estilo de vida moderno se centra, en ocasiones, en la productividad y los resultados. Y, también, en el largo plazo (haciendo referencia a un futuro que tal vez nunca se concrete en la forma esperada). Las metas sencillas que alimentan la vida familiar fortalecen los cimientos de la relación en el presente.

Las metas sencillas pueden parecer tan básicas en apariencia que, en ocasiones, se presuponen o pasan desapercibidas. Sin embargo, merecen una atención continua y un seguimiento adecuado. En El Blog Infantil te damos seis razones para establecer metas sencillas en la vida familiar.

1. Conectar con el presente

La atención y la intención de una meta sencilla se contextualiza en el presente más inmediato, por ejemplo, en esta misma jornada. Por tanto, se convierte en una herramienta práctica para desarrollar la presencia consciente y, también, para educar a los niños en la conexión con el ahora.

2. Atender necesidades básicas

Las metas sencillas pueden centrarse en cuestiones básicas que, sin embargo, son indispensables para evolucionar hacia otros objetivos más elevados. Por ejemplo, dan forma a acciones e iniciativas que nutren la convivencia y el bienestar compartido.

3. Educar en la coherencia

Transmitir un mensaje coherente a los hijos es una expectativa frecuente para padres y madres. Sin embargo, esa prioridad puede caer en numerosas contradicciones cuando se lleva a la práctica. La ausencia de metas sencillas incrementa el riesgo de comunicar contradicciones o mensajes que son incompatibles entre sí. Esos propósitos sirven para poner el foco en las prioridades.

4. Propósitos alcanzables

El sentido de un proceso personal o familiar no tiene por qué centrarse constantemente en retos que rompen con la zona de confort. La belleza sencilla de la vida cotidiana es clave para celebrar la alegría de metas realistas, viables y alcanzables para niños y adultos.

5. Son específicas, es decir, se alejan de la generalidad

A veces, los deseos se confunden con objetivos en el plano de la educación, la crianza o la convivencia. Se presentan de un modo impreciso, poco concreto y excesivamente general. Sin embargo, las metas sencillas tienen una orientación muy práctica puesto que su ejecución se centra en el corto plazo. Se integran en el contexto en el que se llevan a cabo.

La felicidad en la vida familiar no gira alrededor de los acontecimientos extraordinarios, sino en torno a momentos cotidianos que, sin embargo, tienen un significado especial porque conectan con metas sencillas y específicas (que han sido elegidas por una razón en concreto).

6. Se integran en la rutina de manera realista

Hay expectativas y metas que se aplazan o posponen porque parecen no tener el espacio deseado en la complejidad de la rutina a corto plazo. Las metas sencillas, por el contrario, se alinean con la vida cotidiana de padres e hijos que fortalecen sus vínculos afectivos por medio de experiencias que giran en torno a propósitos compartidos (o complementarios).

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