Alimentación: 6 ventajas de comer en casa tras la vuelta al cole

Muchos padres eligen un colegio con servicio de comedor escolar porque, sin duda, es un valor que se alinea con las necesidades de la vida moderna. Sin embargo, en ocasiones, las circunstancias y situación familiar del alumno hacen posible que el niño coma en casa de lunes a viernes, en contacto con la familia. ¿Qué beneficios aporta comer en familia de lunes a viernes tras la vuelta al cole?
1. Descanso
Cuando en un hogar se respira estabilidad y armonía, el tiempo en casa favorece la seguridad, la comodidad y el descanso. Por tanto, aunque el comedor escolar también favorece un excelente nivel de bienestar, el tiempo en casa aporta un descanso integral. Un descanso que es clave después de tantas horas de actividad, concentración y deberes.
2. Ajustar el precio de forma más flexible
Algunas familias también eligen la opción de que el niño coma en casa frente a la alternativa del comedor porque permite ajustar el precio de una forma más flexible. Es decir, la elaboración de los menús y la realización de la cesta de la compra en el supermercado pueden ajustarse con más precisión a las necesidades de cada momento. El comedor escolar, por el contrario, representa un coste fijo.
3. Disfrutar de una tradición que es difícil de mantener
El momento de la comida representa mucho más que un espacio de alimentación saludable. También es un momento de conexión, relación e interacción (en casa o en el comedor escolar). Sin embargo, ante las circunstancias que destacan en el estilo de vida moderno y el reto de la conciliación, el comedor escolar se ha convertido en un aliado para mejorar la organización familiar. Pues bien, en aquellos casos en los que sí existe la posibilidad de que los niños coman en casa, este escenario ofrece una ventaja muy valiosa: disfrutar de una tradición que resulta inviable en otros muchos hogares.
4. Tiempo de calidad para educar a tu hijo
Otro ingrediente clave de la hora de la comida es el acompañamiento que, como madre o padre, ofreces de forma diaria cuando tu hijo puede comer en casa. De esta forma, ganas un espacio de calidad para educar de forma integral a través de un espacio que promueve la conversación y el diálogo.
5. Sentido de pertenencia y arraigo
El momento de llegar a casa puede convertirse en uno de los instantes más felices para padres e hijos. Y ese momento queda representado en diferentes imágenes de la vida cotidiana. Comer en familia es un símbolo de bienvenida, una expresión de lo que implica compartir, convivir y crear una verdadera cohesión en el hogar.
6. Enseñar a comer bien en el propio hogar
La educación empieza en casa, algo que conviene recordar más allá de las diferentes materias que se imparten en las aulas. Algunos padres consideran que sus hijos suelen comer mejor cuando están en el comedor escolar. Pues bien, ese enfoque invita a una importante reflexión: la adquisición de hábitos y rutinas centrados en una alimentación saludable empieza en casa con el ejemplo directo de los padres.
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