Características principales del teatro interactivo infantil
Ayer celebramos el Día Mundial del Teatro. Una jornada que pone en valor la influencia de la cultura teatral en la sociedad. Esta disciplina también tiene un componente educativo, como muestra su vinculación con la pedagogía. Ver una obra en familia es una experiencia emocionante. Sin embargo, es recomendable seleccionar una propuesta que conecte verdaderamente con el público infantil.
Pues bien, existe un tipo de teatro en el que el espectador también se convierte en protagonista. Es decir, se sumerge en la magia de la escena representada sobre el escenario. El teatro interactivo infantil es dinámico, participativo y creativo. Los actores apelan de forma directa a la colaboración de niños y niñas que se transforman en actores y actrices.
El niño es espectador y protagonista
El teatro interactivo posee una estructura que conecta de forma especial con la creatividad, la imaginación y la fantasía infantil. El espectador influye de forma directa en la evolución de la historia y puede marcar significativos puntos de inflexión. El niño interactúa con los actores y se integra en el equipo. Protagoniza una experiencia que fortalece la memoria, refuerza la capacidad de improvisación, alimenta las habilidades sociales, propicia la expresión corporal y verbal.
Además, el teatro interactivo es una propuesta educativa que profundiza en temas sociales mediante un lenguaje sencillo. En definitiva, transmite valores, ejemplos y reflexiones.
Un tipo de teatro que rompe con la barrera de la cuarta pared
El niño disfruta de la historia desde su posición como espectador. Pero esta mirada se amplía con su participación directa en la trama. En el teatro tradicional existe un recurso que se utiliza habitualmente: la cuarta pared. Hace referencia a ese límite invisible que existe entre el escenario y el patio de butacas. Ambos planos quedan perfectamente diferenciados aunque estén tan vinculados. Los allí presentes escuchan en silencio la historia y los actores representan la obra como si el auditorio estuviese vacío.
De este modo, el público observa desde la butaca la obra que se representa en el escenario. Es un recurso que también está presente en el cine y en la televisión. Y, sin embargo, existen algunas propuestas que invitan a ir más allá de esta cuarta pared. Y el teatro interactivo lo consigue por medio del diálogo con el público. Los niños juegan y se divierten.
Las obras de teatro interactivo son rápidas y dinámicas. El decorado, el vestuario y los diálogos poseen una relevancia esencial. El grado de participación del público infantil adquiere formas diferentes en función de las características del propio proyecto.
Por ejemplo, no siempre es necesario que alguien suba al escenario para participar. En ocasiones, los personajes establecen un diálogo con los personajes por medio de los aplausos y la entonación de canciones infantiles. Por tanto, se crea una conexión especial con la historia. ¡El teatro interactivo sorprende al público infantil y a las familias!
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