Cinco beneficios del agroturismo para familias con niños
El turismo rural adquiere formas diferentes en la práctica en función del tipo de experiencia. Existe una fórmula que conquista a familias con niños: el agroturismo. El tipo de alojamiento elegido tiene una particularidad muy especial: está vinculado con una granja o con otros espacios en los que se desarrollan tareas del campo. Es un sector que ofrece importantes oportunidades a pueblos que presentan su propuesta de valor ante los visitantes. Alrededor del agroturismo es posible planificar talleres de formación, rutas gastronómicas y visitas a entornos especiales.
¿Qué beneficios ofrece el agroturismo para familias con niños? En El Blog Infantil profundizamos en cinco factores positivos.
1. Prioriza las experiencias en contacto con la naturaleza
Un viaje es una gran experiencia en sí misma. Sin embargo, es un proceso que presenta múltiples posibilidades cuando se concreta sobre el plano. La particularidad del agroturismo es su vinculación con el turismo rural: aporta numerosas vivencias que son clave para redescubrir el entorno.
2. Una amplia oferta de actividades familiares
El agroturismo se enmarca en el entorno rural. Y presenta una atractiva oferta de actividades. De este modo, las familias pueden seleccionar sus propuestas preferidas entre un amplio catálogo de iniciativas. Una de las ventajas de esta tendencia es que potencia diferentes ideas que unen el entretenimiento y la diversión.
3. Descubrimiento de profesiones esenciales
El agroturismo proporciona un aprendizaje completo a los viajeros que se adentran en el mundo rural. De este modo, conocen diferentes profesiones, las tareas que desarrolla cada perfil, las características de la jornada de trabajo y las condiciones en las que el trabajador realiza sus funciones.
4. Desconexión de la tecnología
La búsqueda de la tranquilidad se convierte en la motivación principal por la que muchas familias eligen una casa de campo. Y descubren que el propio entorno ofrece un montón de estímulos que despiertan la curiosidad y la atención de los niños. Solo se produce un verdadero descanso durante las vacaciones cuando la tecnología queda en un segundo plano. Es una propuesta que educa la mirada de la observación.
5. Un turismo muy gastronómico
La gastronomía se sitúa en el centro de un viaje de estas características. Los menús saboreados se realizan con productos e ingredientes del entorno local. De este modo, los niños descubren recetas, alimentos de la temporada y otras curiosidades de una cocina saludable. Las experiencias gastronómicas se completan, además, con un entorno de naturaleza que eleva el bienestar personal. El contexto proporciona un cuidado integral. El escenario natural alimenta el bienestar emocional, la reducción del estrés, la espontaneidad, la calma interior y la conexión con el presente. A su vez, los productos de calidad son clave para una dieta saludable y variada.
El agroturismo es la nueva tendencia que triunfa en el ámbito rural. Es un tipo de viaje respetuoso con el entorno que realiza un óptimo aprovechamiento de los recursos disponibles. En definitiva, es un viaje educativo, emocional y familiar. La propia naturaleza se convierte en el marco perfecto para inmortalizar bonitos retratos de los niños, fotografías familiares e imágenes de paisajes.
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