Cinco consejos para mantener la rutina de la lectura en verano
En ocasiones, el verano representa un significativo punto de inflexión respecto a diferentes costumbres mantenidas durante el curso. Sin embargo, aunque el contexto estival no esté alineado con la rutina académica, es posible mantener aquellos espacios positivos que aportan seguridad en cualquier estación.
La lectura es un vehículo para la creatividad y la imaginación. Pues bien, es recomendable potenciar su presencia en la vida de los niños durante las vacaciones. En El Blog Infantil compartimos cinco consejos para mantener y consolidar la rutina previa.
1. Elegir nuevas historias para el verano
La lectura académica está muy presente durante el curso. Pues bien, durante las vacaciones es posible aumentar el tiempo dedicado a la lectura recreativa. Aquella que está alineada con el disfrute y el amor por la literatura. Actualmente, la anticipación está muy integrada en el estilo de vida. ¿Cómo aprender a vivir el presente a través de los libros? No es necesario seleccionar una colección de obras al inicio de las vacaciones. Pueden descubrirse nuevas historias en la biblioteca o en la librería a lo largo del verano.
2. Hacer espacio a la lectura en cualquier programación estival
El plan de las vacaciones es siempre único e irrepetible. Algunas familias viajan el pueblo, mientras que otras disfrutan de la tranquilidad del domicilio habitual. Los viajes a nuevos destinos también se enmarcan en la agenda estival de padres e hijos. Pues bien, recuerda que la lectura es un plan de ocio versátil y flexible: se integra perfectamente en cualquier escenario. De hecho, la lectura al aire libre es especialmente apetecible en primavera y verano.
3. Realizar nuevas actividades a partir de los libros
Las lecturas infantiles pueden convertirse en el hilo conductor para desarrollar nuevas dinámicas. Por ejemplo, realizar dibujos inspirados en los personajes de la obra. Por otra parte, es recomendable crear fichas de lectura de los libros leídos en vacaciones. Además, es posible representar con muñecos la escena de un cuento. El intercambio de obras es otra propuesta a tener en cuenta.
4. Establecer objetivos de lectura en vacaciones
Una de las experiencias habituales al inicio de las vacaciones es organizar una amplia variedad de planes. Sin embargo, muchas de esas ideas no se concretan luego en la organización de la época estival. La rutina de la lectura adquiere la forma de objetivos a corto plazo. Las metas planteadas deben poner el foco en aquellas tareas que la familia puede llevar a cabo para educar a los niños en el amor por la lectura.
5. Convertir la lectura en un punto de encuentro
Durante el verano se intensifican los momentos compartidos. Pues bien, la literatura se convierte en un lugar de encuentro como muestra la lectura en voz alta que une a padres e hijos alrededor de una misma historia. Aunque el verano esté vinculado con el valor del cambio, es recomendable poner el acento en aquello que permanece.
Conviene potenciar la accesibilidad de los libros más allá del rincón de lectura. Su presencia en diferentes estancias de la casa hace que los potenciales lectores se familiaricen con la sorpresa de sumergirse en las páginas de cuentos e historias para niños.
Comentarios cerrados