Cómo organizar el tiempo libre en familia durante el verano
El tiempo libre no es exclusivo del verano, sin embargo, se presenta en dosis más abundantes en los meses de julio y agosto. Las familias visualizan durante semanas la expectativa de un próximo descanso vacacional. Pero también es habitual que, tras finalizar este capítulo, la vuelta a la rutina de septiembre deje la sensación de no haber logrado algunos de los objetivos previos. ¿Cómo organizar el tiempo libre en familia durante el verano?
1. Realismo
Las horas no son infinitas, por ello, deben alinearse con proyectos que sean viables en la práctica. En consecuencia, es necesario priorizar las opciones más valoradas frente a otras alternativas que se presentan como secundarias.
2. Contar con un plan alternativo
Es posible visualizar con ilusión un momento que, finalmente, no se lleva a cabo porque surge un imprevisto que obliga a modificar el plan inicial. Contemplar una idea alternativa es clave para tener una rápida respuesta cuando se produce esa situación.
3. Crear un calendario
El tiempo libre se integra en una agenda familiar en la que existen otras variables. Así como el horario escolar de los niños y la jornada profesional de los padres quedan señaladas en la programación durante la rutina cotidiana, es aconsejable dar un espacio propio al tiempo libre para contextualizarlo en el proyecto de vida familiar durante las vacaciones.
4. Planes compartidos y momentos individuales
En ocasiones, la búsqueda del equilibrio en la vida familiar se presenta como una ecuación que es difícil de alcanzar. Los planes compartidos son aquellos que reúnen a los seres queridos en torno a un mismo objetivo. Es habitual que los adultos echen de menos tener un espacio para desarrollar una afición propia. Pues bien, conviene integrar esa expectativa en el calendario estival.
5. Identificar las oportunidades de ocio y tiempo libre
¿Cómo gestionar el tiempo libre de forma proactiva? Por ejemplo, puedes valorar en familia aquellas oportunidades de entretenimiento que os ofrece el entorno próximo. Recuerda que durante las semanas de julio, agosto y septiembre, los pueblos celebran sus fiestas. Además, muchos municipios organizan conciertos de música y sesiones de cine al aire libre. Las bibliotecas, por su parte, abren sus puertas en horario de mañana. En definitiva, consulta la oferta cultural de la zona para concretar en la agenda la asistencia a diferentes actividades.
Conviene identificar las oportunidades del entorno para disfrutarlas y alienarlas con el propio calendario familiar. Pero también es aconsejable señalar los límites. Es decir, qué alternativas se deben descartar por resultar poco realistas o exceder el presupuesto previsto de gasto para este periodo.
Aunque las actividades al aire libre aumentan durante el verano, el hogar también se convierte en el espacio ideal para disfrutar de momentos inolvidables con planes sencillos vividos en familia.
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