Educar el buen humor en familia

Educar el buen humor en familia

Escrito por: Maite Nicuesa    15 enero 2012     2 minutos

Pautas para educar el buen humor en familia.

La risa cura en muchos sentidos, al menos, desde un punto de vista emocional. Un niño que ha tenido un mal día en el colegio, se siente muy aliviado al llegar a casa en caso de que pueda compartir momentos de buen humor en familia. De hecho, los propios músculos de la cara se relajan mucho al compás de una sonrisa o de una carcajada. Está claro que las manifestaciones de alegría se producen en diferentes grados. Sin embargo, más allá de lo que creen algunas personas, el carácter no es algo determinante.

Es decir, las emociones y las actitudes también se ejercitan a través de la fuerza de voluntad y también, a través de las ganas de apostar por el cambio. Si sabes que algo te hace bien… ¿Por qué no intentarlo? Existen muchas razones para no renunciar al sentido del humor y a la risa: te sientes mucho más pleno, además, la risa siempre es mayor cuando se comparte con los demás (por tanto, fortalece los vínculos familiares y la amistad) y por suerte, es un bien gratuito. Por tanto, está al alcance de todos. ¿Cómo educar el sentido del humor a través de actividades sencillas en familia?


A través de planes tan divertidos como una guerra de cosquillas, o también, es posible hacer una batalla de almohadas, jugar al escondite dentro de la propia casa, ver una película que sea divertida y cause risa… Por supuesto, dentro de las tradiciones habituales de las reuniones familiares se encuentra la de contar chistes llegado el momento. Un disfraz también puede ser motivo de diversión. Incluso, ver fotografías del pasado puede resultar de lo más creativo. La propia vida tiene muchos momentos cómicos, por tanto, poder compartir esos momentos con los demás, merece la pena. Los niños viven más felices en la medida en que respiran un ambiente emocional agradable, un clima flexible y en donde existe espacio para la alegría y la ilusión.

La risa consigue aliviar las situaciones más difíciles, de este modo, los problemas se relativizan un poco más y se aprende a sobrellevar las cosas tal y como son. En momentos de crisis económica, hay que poner al mal tiempo buena cara para no dejar que los temas económicos amarguen toda la felicidad en el hogar y así quede un resquicio de luz para la esperanza.

Vía | Educación Infantil
Foto | Fórmula TV