Lecciones que los niños aprenden en contacto con la naturaleza
El contacto con la naturaleza aporta lecciones a niños y adultos. Cuando las familias promueven el contacto respetuoso con el entorno, alimentan la observación y la curiosidad en sus hijos. ¿Qué valores y lecciones aporta la naturaleza a través de una relación cercana y positiva?
1. La naturaleza es un hogar (y una casa no se invade sino que se respeta)
En los momentos de máxima felicidad, es posible sentir una conexión profunda con un entorno natural. De hecho, los estímulos más inmediatos se alinean con los sentidos en una clara expresión de vida. La naturaleza, al igual que el propio hogar, se convierte en un espacio de bienestar.
2. Los recursos naturales no son ilimitados
La belleza de la naturaleza sí es infinita porque no puede medirse ni cuantificarse. Sin embargo, los recursos que la componen son finitos y limitados. En consecuencia, el compromiso con el uso eficiente de los medios disponibles es esencial para proteger el valioso legado que tienen la oportunidad de recibir las próximas generaciones.
3. Humildad
La naturaleza también impone sus propios límites. El sentido de la prudencia es importante en numerosas ocasiones para evitar riesgos y potenciar la seguridad. Por ejemplo, si organizas escapadas a la montaña en compañía de tu hijo, tendrás que descartar el plan si el tiempo no es el adecuado.
4. La naturaleza está llena de metáforas y símbolos que tienen un significado humano
Los padres utilizan numerosos recursos y fórmulas para transmitir explicaciones significativas a sus hijos. El ejemplo se convierte en una herramienta habitual para clarificar una información. Pues bien, la naturaleza también está llena de imágenes que se convierten en metáforas y símbolos que ofrecen una interpretación poética, filosófica o humanista.
5. La naturaleza también es el hogar de numerosos seres vivos
Previamente hemos comentado que la relación con la naturaleza se fortalece desde el respeto. Por ejemplo, es recomendable no cambiar la posición de las piedras que se integran en un camino. El ser humano daña el entorno cuando lo invade como si fuese el centro del universo. La naturaleza también es el hogar de otros seres vivos como las plantas, los árboles y los animales (y cada uno tiene sus necesidades).
6. El cambio es constante en la realidad
Los paisajes de siempre adquieren matices diferentes con cada estación. En consecuencia, el cambio se desvela como una constante en el entorno a través de imágenes que renuevan sus colores y sus características principales.
7. La capacidad de asombro surge en contacto con la naturaleza
La capacidad de sorprenderse no es exclusiva de la infancia. Sin embargo, el factor sorpresa es más difícil de alcanzar al ritmo de la prisa, la superficialidad o la conexión constante con la tecnología.
El contacto con la naturaleza alimenta un estilo de vida que avanza al compás de un tiempo más pausado. El escenario natural nutre la admiración, la experimentación y la identificación de diferentes conexiones. El contacto con la naturaleza fomenta el conocimiento científico por medio de la experimentación, también enriquece el mundo emocional y la práctica de valores.
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