Manualidades de Halloween: Temibles murciélagos

Manualidades de Halloween: Temibles murciélagos

Escrito por: Sacra    22 octubre 2011     2 minutos

Unos divertidos murciélagos fabricados con calcetines para decorar la noche de Halloween

Nada mejor para pasar una tarde divertida y llena de imaginación que dedicarnos a las manualidades. Ya estamos en pleno otoño y, de ahora en adelante, vamos a tener que buscarnos nuevos ratos de ocio dentro de las paredes de casa. Entretener a los niños a veces parece una tarea imposible, pero con un poco de maña y grandes dosis de imaginación seguro que conseguimos mantenerlos atentos y divertidos durante un buen tiempo.

Por eso ahora podemos aprovechar que se acerca la fiesta de Halloween para enseñarles nuevas manualidades que nos sirvan para, además, decorar la casa de la forma más adecuada. Fantasmas, arañas o cualquier monstruo impredecible, son los componentes más habituales de esa noche. Es por eso que aquí os dejo unos temibles murciélagos para decorar vuestro hogar de la forma más simpática.

Su elaboración es muy sencilla y aprovechando materiales que tengamos en casa. Necesitaremos: calcetines viejos negros o grises, tela negra que puede ser fieltro o entretela, hebras de lana negra, pinturas con las que poder pintar en tejidos (también podemos elegir esmalte de uñas, pintura de purpurina o relieve…) y diversos objetos que representen a la naturaleza en esta época: una rama, hojas, algún fruto seco…

Primero cogeremos los calcetines y los rellenamos con papel de cocina, de periódico, algodón o telas y retales que tengamos de sobra en casa. Los atamos con la lana negra dejando dos tiras un poco más largas que nos servirán de patas. Recortamos de la tela negra o fieltro dos alas y las pegamos en la espalda del bicho y dos orejitas en su cabeza. Para los ojos podemos pegar dos círculos de tela o papel blanco y el resto lo vamos decorando con las pinturas elegidas.

El siguiente paso es enganchar los murciélagos a la rama, a la que habremos pegado, previamente, algunas hojas y frutos secos. Para ello, con las tiras de lana que nos han quedado tras anudar el calcetín, las engarzaremos a la rama, haciéndoles un nudo para que queden bien sujetos. Y ya tenemos listos nuestros temibles murciélagos preparados para saltar en la yugular de cualquier visitante.

Vía | Embarazo 10


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