Niños con altas capacidades: ¿Qué es la doble excepcionalidad?

Cada alumno posee un ritmo de aprendizaje, así como también destaca en unas habilidades concretas. Existe una particularidad que puede identificarse en el ámbito de la enseñanza: la doble excepcionalidad en alumnos con altas capacidades. Son niños que, además de destacar por su potencial de desarrollo, también presentan algún límite que interfiere en su evolución. Es un diagnóstico que rompe con los estereotipos que, en ocasiones, muestran una imagen desdibujada de las altas capacidades.

Así ocurre cuando en torno al concepto surgen expectativas que no contemplan la posibilidad objetiva de que el niño experimente dificultades, obstáculos y barreras significativas.

¿Por qué es importante concretar un diagnóstico de doble excepcionalidad?

Para atender las necesidades educativas del alumno desde un enfoque holístico. El desarrollo del talento del niño puede estar condicionado por alguna barrera que no ha sido adecuadamente identificada. De este modo, se produce una combinación de ingredientes que da como resultado una doble excepcionalidad que describe la realidad única del niño. Sin embargo, ambos factores también pueden derivar en un mayor nivel de complejidad en el plano académico cuando no existe una detección temprana. Es decir, puede ocurrir que el alumno, además de tener grandes habilidades, presente dificultades de aprendizaje.

Es una realidad que no solo puede desorientar a los padres, sino también a los profesores. En ocasiones, experimentan desconcierto cuando perciben aspectos que parecen contradictorios en la evolución del niño. Por este motivo, el diagnóstico precoz es tan positivo para las familias. Aporta luz, comprensión y claridad en torno a situaciones que previamente generaban dudas y confusión. De hecho, se produce una situación frecuente que afecta a niños doblemente excepcionales: su potencial puede llegar a pasar desapercibido en un primer momento.

Es decir, los límites y obstáculos que experimenta en la rutina diaria adquieren una mayor visibilidad ante la mirada de muchos adultos. Aunque también puede presentarse la perspectiva opuesta: la dificultad queda oculta. Sin embargo, interfiere en los resultados académicos del alumno. Es importante no establecer comparaciones o evitar adjetivos que no están respaldados por datos objetivos, sino por suposiciones y errores de interpretación. Por ejemplo, es habitual presuponer que los resultados que ha alcanzado en una materia específica no están a la altura de su verdadera capacidad.

Beneficios de un diagnóstico temprano de doble excepcionalidad

La doble excepcionalidad no solo requiere de una enseñanza que cubre las necesidades educativas del estudiante, sino también un adecuado acompañamiento emocional para afrontar los retos y alimentar las fortalezas personales.

El diagnóstico es clave para contextualizar la realidad del niño desde una mirada holística que contempla la perspectiva de su potencial y de sus límites (ambos forman parte de su situación). Sin embargo, cuando no existe un diagnóstico exacto, el acompañamiento se centra, únicamente, en una de sus necesidades principales.

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