Oficina: 5 razones para enseñar a tu hijo tu lugar de trabajo

Compartir con tu hijo tu lugar de trabajo en algún momento concreto depende de múltiples factores. Uno de los más relevantes es la seguridad. Es decir, las condiciones del puesto de empleo y del entorno laboral no deben suponer ningún tipo de riesgo para él. Si la seguridad está garantizada y la empresa facilita este tipo de visita de forma planificada en algún momento del año, valora la posibilidad de disfrutar de ese instante con tu hijo. Te damos 5 razones valiosas para dar el paso.
1. Una experiencia irrepetible para tu hijo
Tu hijo vivirá la magia de ese momento como si se tratase de una excusión o una visita a un espacio interesante. Sin duda, va a ser el protagonista de la jornada. Tus compañeros de trabajo también se implicarán para dar una agradable bienvenida a tu hijo al compartir alguna anécdota o unas bonitas palabras.
2. Tu hijo podrá conocerte mejor
A través de ese entorno que forma parte de tu vida profesional, tu hijo podrá conocerte mejor. Tendrá la oportunidad de visualizar el contexto en el que realizas las tareas y funciones específicas de tu puesto de empleo. De hecho, tendrás la oportunidad de explicarle con más claridad algunos detalles que, en ausencia de esa visita a la empresa, serían más difíciles de entender para él.
3. Bienestar emocional
El entorno profesional se humaniza todavía a través de medidas que promueven la conciliación. Que tu hijo tenga la posibilidad de visitarte en tu lugar de trabajo, si las condiciones de seguridad lo permiten, es un signo de apertura y cercanía. Este tipo de iniciativa promueve el bienestar emocional en un profesional que, además, es padre o madre. Y, por otra parte, es un gesto que aporta ilusión a los niños. Existen muchos momentos que tu hijo, como tú mismo, olvidará a largo plazo. Sin embargo, es poco probable que olvide ese instante en el que conoció el lugar de trabajo de su padre o su madre. Es una experiencia que deja anécdotas, recuerdos y enseñanzas.
4. Una experiencia educativa
Conocer el entorno profesional, marcado por la creatividad, la motivación o la productividad, es una experiencia educativa que acerca a los niños la posibilidad de tener una visión más amplia sobre determinados procesos, funciones, objetivos de trabajo, proyectos, equipos…
5. Disfrutar de un plan divertido en un contexto profesional
¿Te gustaría hacer un plan diferente con tu hijo? Los momentos más extraordinarios pueden surgir en los lugares más inesperados. Y una oficina puede convertirse en un universo fascinante para un niño que descubre ese espacio desde la perspectiva de la inocencia, la admiración y el juego.
¿Te gustaría enseñar a tu hijo tu lugar de trabajo? Si esa iniciativa resulta viable, elige el momento y planifica esa jornada con una ilusión especial (para contagiar ese estado de ánimo a tu hijo).
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