Cuando un pequeño prueba el alcohol se eleva hasta un 60 por ciento el riesgo de padecer de abuso de esa bebida en la vida adulta. Recientemente se realizó un estudio que alerta sobre el riesgo del consumo temprano de bebidas alcohólicas.
En Reino Unido, concretamente en la localidad de Cumbria en Inglaterra, un menor ha sido detenido por conducir ebrio. El niño sólo tiene 9 años. Por tanto fue puesto en libertad casi inmediatamente ya que no tiene edad para responsabilizarse de sus actos. Este es sólo uno más de los miles de menores de 18 años arrestados en el norte de Inglaterra en los dos últimos años. Parece que la Ley del Menor tampoco funciona allí, aunque no es un consuelo.
¿Es necesario alertar a un niño de 9 años contra el consumo de alcohol?, ¿está preparado para recibir ese tipo de información?. Al parecer la respuesta es afirmativa en los dos casos para Nuria Espí, Delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. El Gobierno adelantará las campañas informativas contra esta droga a niños de Primaria, 9 y 10 años, porque el consumo cada vez es más temprano. Y además, las campañas para adolescentes no funcionan.
The Sun ha publicado la historia de un pequeño que con sólo tres años es alcohólico. Parece que el niño consumió alcohol los últimos seis meses lo que le provocó un síndrome de abstinencia terrible, con temblores, sacudidas y cambios bruscos de estado de ánimo. No ha trascendido ni la identidad del niño, por supuesto, ni como tuvo acceso al alcohol ni quien se lo facilitó. La imagen que aparece en el periódico es de una simulación.
Ahora que estamos en pleno verano, nos falta tiempo para hacer las cosas del día, disfrutar de los niños, los baños, la ropa... y la comida a tiempo. Por eso se hace imprescindible tener a mano esas recetas fáciles, sencillas de elaborar y, sobre todo, rápidas que te pueden sacar de un apuro en un momento. Sabemos que el pollo es una de las comidas preferidas de los niños, además de ser de fácil digestión, por lo que ese será el menú de hoy: muslitos de pollo al horno.
Una infancia traumática puede predisponer al niño a la violencia contra si mismo o contra los demás, en la adolescencia o la edad adulta. Se conoce este dato y se ha investigado mucho al respecto, pero hasta el momento no se conocía la relación entre la magnitud de las experiencias traumáticas y las diferentes formas de violencia en la pubertad.
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